3 dias de oscuridad que acabarian con la humanidad


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Una predicción vigente: Y se hizo la oscuridad

Tres días de oscuridad bastan para dejar sepultada a media humanidad.
Apenas 72 horas, 4.320 minutos, 259.200 segundos para desmantelar a una buena parte de la raza humana.
La profecía no sólo existe, sino que coincide reiteradamente en nuestro legado apocalíptico. ¿Será esto posible o son vanas especulaciones proféticas?… Según las santas escrituras, en un principio todo era tinieblas. Para la ciencia, hubo un largo período de oscuridad que dominó a la Tierra hace millones de años… ¿la humanidad como la concebimos retornará a las penumbras?
Lea textualmente el pronóstico de los tiempo que vienen.

Desde las sagradas Escrituras

La llegada de las tinieblas al reino del hombre tiene su origen desde el libro de las revelaciones, según Juan, quien menciona lo siguiente. “El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras” (Apocalipsis 16:10-11).

El secreto de Fátima

Esta profecía tomó mucho más vigor hace no más de cinco años, cuando comenzó a propagarse en la red el Tercer Secreto de Nuestra Señora de Fátima, el cual afirmaba que tras una guerra nuclear el mundo experimentaría 72 horas en penumbras, salvándose apenas las personas correctas y temerosas de la ira del Señor. Además, textualmente decía que: “la noche será muy fría; soplarán fuertes vientos; habrá angustia y en poco tiempo comenzará el terremoto, temblará la Tierra. En casa cierra puertas y ventanas y no hables con nadie que no esté en tu casa. No mires hacia fuera, no seas curioso, pues ésta es la ira del Señor. Enciende velas benditas, ya que por tres días ninguna otra luz encenderá”.
Ciertamente, un sinnúmero de adeptos al catolicismo temieron ante semejante profecía, la cual es completamente falsa y no se acerca siquiera al texto redactado por Sor Lucía en 1941, el cual se trataba, según varios teólogos, de un llamado hacia la reflexión, la penitencia y la salvación de la fe cristiana.

Profecías de un estigmatizado

El Padre Pío, en su legado profético, supone tres días de tribulación para el hombre: “El aire envenenado de gases sulfurosos y levantando asfixiantes humaredas, será llevado a grandes distancias por las ráfagas del viento. Las obras levantadas por el hombre con espíritu loco y atrevido de adoración a sí mismo, queriendo demostrar su ilimitado poder, serán aniquiladas. Luchad por las almas amadas de mi corazón. Perseverad por una noche y un día y por una noche y un día, y a la siguiente noche se calmarán los terrores.

Después de todo… no es imposible

La ciencia moderna no ha dejado de apasionarse por un tema tan reiterado, no sólo en la tradición judeo-cristiana, sino además por diversas religiones a lo largo de la historia. Aunque no podrían asegurar la llegada exacta de los anunciados tres días de oscuridad, tampoco descartan la posibilidad. De hecho, existen muchísimas posibilidades de que la humanidad quedase en tinieblas durante cierto período de tiempo.
Las teorías van desde algo tan corriente como una erupción volcánica que, por supuesto, habría de tener una magnitud vertiginosa, hasta un planeta Tierra succionado por un agujero negro. No debemos olvidar que somos apenas un punto dentro de un infinito plagado de posibilidades y sustancias desconocidas para nuestros ojos. Un manto de desperdicio cósmico capaz de eclipsar la luz solar, el paso de un gran cometa, la intervención de seres de otro planeta… las probabilidades en el espacio son infinitas.
Pero el hombre sólo puede actuar sobre sus dominios, y en este caso se trata de nuestro ecosistema. Es mucho más probable que un desastre nuclear nos deje en penumbras antes de ser absorbidos por un agujero negro.
Para muchos teólogos y estudiosos del fin del mundo, las profecías están escritas para alertar al hombre de lo que podría ocurrir, pues de lo contrario no tendría algún sentido su divulgación… Se trata de un llamado a la reflexión y la conversión interna. Ya lo ha dicho la escritora Brittany Herrero Smith, en su libro La llegada del segundo hombre: “necesitamos un suicidio masivo, el hombre tal como lo concebimos, lleno de vicios y una errada visión de progreso, debe volver a nacer”.
Así pues, no debemos temer días de oscuridad, según los profetas, luego de la oscuridad tendremos un mundo distinto. Lo dijo Juan: “14:14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda”. Lo dijo Pío: “Al amanecer del próximo día el sol brillará otra vez y su calor y su luz disiparán los horrores de la oscuridad”.
En cuanto a la profecía, los días de oscuridad no necesariamente habrían de ser tres, pues el hombre y la tecnología nuclear podrían dejarnos libres de luz por cientos de años.
El planeta en tinieblas también puede ser interpretado como una etapa oscura en un mundo lleno de hambre, guerras y crímenes. Entonces, ¿no sería mejor reestructurar nuestros pensamientos en lugar de esperar la fatalidad? Hace falta solamente pisar un botón rojo para despojar al hombre de la luz. ¿Qué piensa usted hacer al respecto? ¿Es capaz de vivir cada minuto como si fuera el último o prefiere deleitarse con el sensacionalismo caótico del final?
                                  FUENTE http://cambiaelmundodespiertate.wordpress.com


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