OTAN saquea el oro de Libia mientras cae Trípoli.


Mucho se habla del Petróleo de Libia, pero algo que es más importante en la zona donde esta el País, son las reservas de agua.

Libia posee las más grandes reservas de agua en la zona y estratégicamente es un punto importante, en toda guerra se necesita asegurar la ruta de abastecimiento de agua y alimentos.

Pero lo importante no es solo ese "oro líquido", en todo sitio donde hay flujos de agua, suele haber otro metal más codiciado por muchos, "ORO".
Recordemos en el Oeste Americano, como se veían en las películas a los buscadores de oro metidos en los rios, recogiendo pepitas de la corriente.

A continuación reproduzco una interesante opinión que he encontrado, con una visión bastante acertada del paisaje en Libia en estos momentos:

El verdadero eje del mal

Precisamente como lo pronosticamos el mes pasado, las fuerzas de la OTAN y sus respaldados rebeldes de "Al Qaeda" lanzaron un ataque masivo sobre Trípoli para concluir el saqueo y conquista de Libia a tiempo para conversaciones cruciales en las Naciones Unidas sobre un estado palestino que comenzarán en menos de dos semanas.

El 8 de julio en un artículo titulado, “EE. UU. quiere a Gaddafi derrocado para septiembre”, informamos que “Estados Unidos y Francia han establecido una fecha límite para el 2 de septiembre para derrocar al Coronel Muammar Gaddafi, con los poderes de la OTAN listos para ocasionar un triturador golpe si Gaddafi rechaza salir pacíficamente”.

Ese duro golpe se encuentra ahora en plena vigencia mientras circulan informes sobre más de mil muertos y miles de heridos durante los ataques del fin de semana, dirigido por los buques de guerra y aviones bombarderos de la OTAN como parte de la “Operación Sirena del Amanecer”, que llevó a la captura de los hijos de Gaddafi (noticias que resultó falsa) mientras él se encuentra oculto.

Aviones bombarderos fueron desplegados para atacar objetivos claves del gobierno mientras los medios de comunicación internacionales pretendieron que todo el ataque era un levantamiento del pueblo libio, reproduciendo una y otra vez imágenes de grupos celebrando.

En otro informe publicado el 15 de julo, dijimos que los poderes de la OTAN y los rebeldes lanzarían un bombardeo final a Trípoli entre 6 y 8 semanas si Gaddafi rechazaba salir del poder, que es exactamente lo que se desarrolló apenas en menos de 6 semanas después.

Barack Omaba y David Cameron están ahora ocupados ordeñando el espectáculo con palabras duras como si ellos dirigieran el ataque personalmente. En realidad, la conquista de Libia representa poco más que otro acto de saqueo colonial en nombre de la máquina de guerra de la OTAN, con Siria como el próximo objetivo en la mira.

La guerra fue lanzada, con el alegre apoyo de los medios de comunicación occidentales, sobre el engaño de que el gobierno de Gaddafi estaba asesinando en masa a “manifestantes”. En realidad, estos “manifestantes”comandaban tanques militares y aviones bombarderos. Por semanas, la prensa del establishment remarcó lo que era una guerra civil como una serie brutal de crímenes contra la humanidad por el gobierno de Gaddafi, sólo el tiempo suficiente para que la ONU aprobara una resolución para una “zona de exclusión aérea” que instantáneamente se convirtió en un bombardeo masivo de la OTAN de la noche a la mañana.

Bancos centrales mundiales ahora llegarán a repartirse la nación más rica en petróleo de África mientras simultáneamente se reparten alrededor de 144 toneladas de lingotes de oro, que podría de alguna manera ir al pago del presidente Hugo Chávez luego de su anuncio de que Venezuela nacionalizará su industria de metales preciosos. A no ser por supuesto que Chávez se convierta en la próxima cabeza sobre la tabla de picar para otra “intervención humanitaria”.

El ataque sobre Libia, encabezado por Obama sin la aprobación del Congreso, en contra del consejo de sus propios abogados constitucionales, y sobre la promesa de que el conflicto duraría “días y no semanas”, fue una descarada ilustración de cómo la llamada “guerra contra el terrorismo” fue una cruel patraña.

Desde el comienzo y en violación de su propia resolución, los poderes de la OTAN armaron, financiaron y entrenaron a militantes de Al Qaeda que asesinaron a tropas estadounidenses, configurándolos a comandar a los rebeldes en la marcha hacia Trípoli. Como informó The Wall Street Journal en un texto titulado ‘Ex Mujahedeen ayuda a dirigir a rebeldes libios’, terroristas de Al Qaeda que trabajaron directamente para Osama Bin Laden fueron encargados de reclutar, entrenar y actuar como comandantes de campo de línea frontal para el ejército rebelde.

El alcance entero de la guerra fue en torno a capturar a Libia como otra plataforma más de lanzamiento para la construcción del imperio en el Medio Oriente y el norte de África, que es el por qué los neoconservadores del PNAC (Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense) ordenaron al “Nobel de la Paz”, Barack Obama, a hacerlo en primer lugar. La conquista fue en torno a asegurar los recursos más ricos de petróleo en toda Africa, fue en torno al robo de 6 mil millones de dólares en reservas de oro y fue en torno a detener los esfuerzos de China de virtualmente recolonizar a África. Aunque Gaddafi fue un dictador autócrata, él reinvirtió mucha de la riqueza petrolera de Libia en el país, transformándola en una de las naciones mejor desarrolladas en toda la región, que es la razón por la que muchos de la clase media en las grandes ciudades mantuvieron su apoyo al líder libio.

Todo eso va a cambiar ahora que las fuerzas de la OTAN y los bancos centrales que están detrás de ellos finalmente obtendrán la oportunidad de saquear adecuadamente a Libia con todo lo que tiene. Las condiciones de vida se desplomarán, hombres de poder corruptos tomarán control con las bendiciones de los globalistas y llevarán al país al suelo por su propio bien, tanto como permitan que bases de la OTAN y EE. UU. sean construidas a lo largo del país.

A excepción para algún contra-ataque de último minuto de las fuerzas de Gaddafi, la máquina de guerra de los globalistas pueden ahora centrarse en derrocar a su próxima ficha del dominó en el camino a la dominación mundial.

Tengan la seguridad, que ya sea Siria, Irán, Paquistán o cualquier otro país, una conveniente patraña será inventada como pretexto para una invasión y los medios de comunicación occidentales del establishment servilmente crearán la narración perfecta para un ataque sangriento disfrazado de alcance humanitario.

Fuente/ PP

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