Unidad antiterrorista China contra los disturbios Se impone la ley marcial en el mundo
China ha enviado a la unidad de élite anti-terrorista a Xinjiang, una intranquila región del extremo oeste de China donde hubo reciéntemente un rebrote de violencia y protestas y que albergará una convención internacional de comercio, informó un diario estatal el sábado.
Al menos 20 personas murieron en dos ataques el mes pasado en la región sur de Xinjiang, donde la seguridad ya había sido reforzada desde el año 2009 por los enfrentamientos entre la mayoría china Han y uigures pertenecientes a minorías étnicas, que son musulmanes y comparten vínculos culturales con otros grupos de Asia Central.
El gobierno ha culpado a los extremistas musulmanes por los atentados de julio y las protestas violentas en Kashgar, donde el 80 por ciento de una población de 600.000 son uigures, y en otra ciudad del sur de Xinjiang, Hotan.
Recientemente se envió a su unidad de elite del Comando Leopardos de las Nieves para patrullar la región desde una base en la ciudad de Aksu, aproximadamente a medio camino entre Kashgar y la capital regional de Urumqi, dijo el China Daily, citando a un portavoz de la Policía Popular Armada de Xinjiang.
Llamadas hechas al gobierno de Xinjiang y a la policía de la ciudad no fueron contestadas el sábado.
La Unidad Leopardos de las Nieves se formó en 2002, fueron los encargados de la seguridad de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y tienen el mandato de luchar contra el terrorismo, controlar los disturbios, desactivar bombas, manejar secuestros y a llevar a cabo otras tareas especiales, dijo el diario.
Xinjiang es la frontera de China con Asia Central - la frontera con Pakistán, Afganistán, Rusia y otros países - y Kashgar sirve como un importante centro de comercio a lo largo de la ruta de la seda camino a Europa.
La unidad de los Leopardos de las Nieves aumentarán la seguridad de la Expo China-Eurasia, que se celebra en Urumqi la primera semana de septiembre.
China ha culpado por los disturbios en la región a fuerzas extranjeras, y ha dicho que los ataques del mes pasado se llevaron a cabo por militantes entrenados en campamentos administrados por el Movimiento Islámico de Turkestán Oriental en Pakistán en la frontera sur de Xinjiang. No se ha dado ninguna prueba de esa acusación.
El gobierno ha culpado a los extremistas musulmanes por los atentados de julio y las protestas violentas en Kashgar, donde el 80 por ciento de una población de 600.000 son uigures, y en otra ciudad del sur de Xinjiang, Hotan.
Recientemente se envió a su unidad de elite del Comando Leopardos de las Nieves para patrullar la región desde una base en la ciudad de Aksu, aproximadamente a medio camino entre Kashgar y la capital regional de Urumqi, dijo el China Daily, citando a un portavoz de la Policía Popular Armada de Xinjiang.
Llamadas hechas al gobierno de Xinjiang y a la policía de la ciudad no fueron contestadas el sábado.
La Unidad Leopardos de las Nieves se formó en 2002, fueron los encargados de la seguridad de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y tienen el mandato de luchar contra el terrorismo, controlar los disturbios, desactivar bombas, manejar secuestros y a llevar a cabo otras tareas especiales, dijo el diario.
Xinjiang es la frontera de China con Asia Central - la frontera con Pakistán, Afganistán, Rusia y otros países - y Kashgar sirve como un importante centro de comercio a lo largo de la ruta de la seda camino a Europa.
La unidad de los Leopardos de las Nieves aumentarán la seguridad de la Expo China-Eurasia, que se celebra en Urumqi la primera semana de septiembre.
China ha culpado por los disturbios en la región a fuerzas extranjeras, y ha dicho que los ataques del mes pasado se llevaron a cabo por militantes entrenados en campamentos administrados por el Movimiento Islámico de Turkestán Oriental en Pakistán en la frontera sur de Xinjiang. No se ha dado ninguna prueba de esa acusación.
Muchos uigures en el área se resienten de la mayoría china Han como intrusos que los relegan a la condición de minoría en su propia patria.
China defiende su trato a las minorías, diciendo que todos los grupos étnicos son tratados por igual y que decenas de miles de millones de dólares en inversiones y ayudas han aumentado dramáticamente su nivel de vida.
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