ESPIONAJE EN REDES SOCIALES
ANDREW MC LAUGHLIN, EX ASESOR DE BARACK OBAMA EN TECNOLOGÍA Y
ANTÍGUO RESPONSABLE DEL DEPARTAMENTO DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES DE
GOOGLE.
Los espías se apuntan a las redes sociales: Público.es
Los servicios de inteligencia intentan aprovechar las ventajas de las denominadas "fuentes abiertas"
DAVID BOLLEROLondres20/02/2012 06:23 Actualizado: 20/02/2012
Internet se ha convertido en uno de los mayores repositorios de datos
para los servicios de inteligencia. La información pública de libre
acceso ha sido durante mucho tiempo una fuente de datos indispensable
para las organizaciones terroristas. Ahora, también lo es para las
fuerzas del orden. Entre el maremágnum de estas fuentes abiertas, las
redes sociales han supuesto un punto de inflexión en la inteligencia.
Sin embargo, la cantidad ingente de información que se sube a la red
hace prácticamente imposible que no se escapen datos relevantes. Así lo
explican los propios expertos de inteligencia, que llegan a asegurar que
la matanza de la isla de Utøya (Noruega) podría haberse evitado de
haberse analizado a tiempo los mensajes subidos por Anders Behring
Breivik a diversos foros de internet, incluida su propia cuenta de
Twitter.
Desde el prisma del profesor de Criminología en la Universidad de
East London, Andrew Silke, "el hecho de que las agen-cias de
inteligencia prohíban a su propio personal el uso de redes como Twitter o
Facebook debería decirnos algo acerca de su valor potencial".
Los expertos están desarrollando herramientas de alerta temprana
Piratas y ladrones
Los terroristas lo tienen claro y, de hecho, estudios como los del
español Fernando Ibáñez, responsable del master en Seguridad Global y
Defensa de la Universidad de Zaragoza, revelan que los piratas somalíes
han organizado durante mucho tiempo sus abordajes a pesqueros con ayuda
de internet.
Este es el motivo por el que, según explica Erica Cheno-weth,
directora del Programa de Investigación de Terrorismo e Insurgencia de
la Universidad de Wesleyan en Connecticut (EEUU), "muchas agencias de
inteligencia están desarrollando tecnologías con las que obtener
información de redes sociales como Facebook o Twitter". Y no sólo
quieren recopilar información, también pretenden infiltrarse en
organizaciones terroristas: el Mando Central de EEUU utiliza software
para simular perfiles falsos en los movimientos yihadistas que utilizan
estas redes.
Millones de personas divulgan sus datos voluntariamente
Internet y las redes sociales se han convertido en un arma de doble
filo, pues la ingente cantidad de información obliga a las agencias de
inteligencia a destinar muchos recursos analíticos para poder hacer
frente a estos volúmenes de datos.
Así es como ha surgido recien-temente el proyecto CAPER, iniciativa
de I+D financiada por la Comisión Europa con 7,2 millones de euros.
CAPER cuenta con 16 socios de seis países y está liderada por la empresa
española S21sec. El objetivo es crear una plataforma común para la
prevención de la delincuencia organizada a través del intercambio, la
explo-tación y el análisis de fuentes de información abiertas y
privadas. Óscar Álvarez, máximo responsable de SIEG Inteligencia
Estratégica, empresa del grupo S21sec, explica que "con esta herramienta
de vigilancia digital se podrán emitir alertas tempranas cuando se
detecten posibles amenazas".
La tecnología desarrollada por la compañía española es capaz de
analizar en tiempo real millones de datos texto, fotos, vídeo y soni-do,
clasificándolos por áreas geográficas y ofreciéndolos, hasta el
momento, en 16 idiomas.
Otro obstáculo es que hay que comprobar la fiabilidad de estas
informaciones, pues en ocasiones son tergiversadas intencionadamente por
grupos terroristas. En este sentido, el teniente coronel del Centro
Nacional de Inteligencia (CNI) Ignacio Antonio Rosales precisa que la
inteligencia, para que verdaderamente aporte un conocimiento útil para
tomar decisiones, "suele elaborarse con información procedente de
diversos tipos de fuentes, de forma que se puedan contrastar los datos y
se pueda realizar un análisis más completo".
En este punto surge el debate sobre la privacidad de estas
actuaciones policiales. Pero la realidad es que la información obtenida
es pública y, como precisa Silke, "procede de millones de personas
divulgando voluntariamente información acerca de sus familias, sus
amigos, sus trabajos, sus intereses, sus posiciones políticas, incluso
de sus rutinas diarias".
Se trata de una auténtica "mina de oro" para la inteligencia, según
explica el criminólogo. Como indica Silke, "muchos terroristas y, sobre
todo, muchos simpatizantes y partidarios, postean regularmente en estas
redes, lo que proporciona una cantidad de información que habría sido
impensable hace 20 años.
"El espionaje en redes sociales es la forma más efectiva de control estatal en Internet"
Las redes sociales no son sólo el lugar para coordinar esfuerzos
contra gobiernos represores. Según el ex asesor en tecnología de Barack
Obama, Andrew McLaughlin, son una fabulosa fuente de información para
los que espían a sus ciudadanos.
PorFrancisco de Zárate
Las redes sociales no son sólo el lugar donde los jóvenes de Egipto y
Túnez coordinaron los esfuerzos que en 2011 terminaron con décadas de
presidentes impopulares. También son una fuente de información fabulosa
para gobiernos represores que espían a sus ciudadanos. Al menos así es
como lo ve Andrew McLaughlin (41), ex asesor de Barack Obama en tecnología y antiguo responsable del departamento de asuntos institucionales de Google.
McLaughlin habló la semana pasada con iEco, después de exponer en las conferencias de Experiencia Endeavor
los objetivos de su nuevo emprendimiento, Civic Commons, una
organización que fomenta la colaboración entre ciudades dentro de
proyectos de software de código abierto.
- Si bien las redes sociales tuvieron un papel fundamental en las
revueltas del Norte de África, también han surgido dos argumentos en su
contra: sirven para espiar y para mantener entretenida a la población.
- Del Segundo argumento, ni me preocuparía.
- Según el autor del libro The Net Delusion, Evgeny Morozov, es una hipótesis más que fundamentada...
- Puede ser, pero no me llama mucho la atención. Lo primero sí creo
que es importante. Los gobiernos pueden hacer tres cosas en las redes
sociales: censurar, pagar a falsos comentaristas para que redirijan la
conversación hacia donde les interesa, y espiar.
Si uno se fija en China, las inversiones del gobierno están en la primera categoría, censurar, y eso es errarle por completo. La censura siempre llega tarde y ya no controlan las noticias.
Como se demostró con el reciente choque de trenes que sufrieron, la
gente lo twiteó durante horas antes de que pudieran bloquear los tweets.
Además, siempre se encuentra la forma de escribir en código para evitar
el bloqueo.
Poco a poco China está invirtiendo más en la segunda categoría: crear falsos comentaristas o SockPuppets
(marionetas de medias) como los llamamos en inglés. Contratan a un
montón de gente para que diga cosas lindas sobre el partido comunista.
No tengo claro cuán efectivo será esto a largo plazo, yo diría que no
mucho ahora que las redes sociales permiten evaluar la calidad de los
comentarios. Sitios como Yelp, que sirve para evaluar restaurantes,
tienen un sistema de puntuaciones que le da más valor a las opiniones expresadas por personas con muchas conexiones y comentarios
en diferentes restaurantes. De esa forma, los perfiles falsos que los
restaurantes crean para alabar su propio negocio tienen mucho menos
peso. Ese es un sistema que se va a ir extendiendo por toda la Red.
La tercera categoría, el espionaje, es a mi juicio la forma de control más efectiva para los estados y peligrosa para los activistas.
China y otros países represores la han convertido en su arma principal.
De vez en cuando arrestan a alguien de forma arbitraria, sólo para
enviar la señal de que el activismo en las redes sociales te puede
causar problemas. Una de las cosas que aún tenemos que aprender es cómo
protegernos de esa labor de espionaje. Hasta ahora, se hizo muy poco en
ese sentido.
-¿En qué momento la Administración Obama va a empezar a temer el creciente poder de Google?
- Los gobiernos que creen en la competencia tienen que mirar de cerca
a las grandes empresas y eso es lo que está pasando ahora. Google es
una empresa que quiere obtener beneficios, como cualquier otra, y por
eso no creo que haya que esperar que siempre actúe por el bien público.
De cualquier forma, no veo problemas en la forma en que se está
manejando Google. Conozco los algoritmos del buscador y sé que están
claramente orientados a obtener el resultado más exacto. No tienen
desviaciones en contra de los competidores porque sería ir en contra de
los propios intereses de Google.
Lo que el gobierno sí está mirando con detenimiento es el sistema operativo Android,
para determinar si Google favorece o no sus propios servicios, en
contra de los de los competidores, cuando son accedidos a través de esta
plataforma.
- Antes hablamos sobre riesgos de las redes sociales de los que no
somos muy conscientes, ¿en qué cosas Internet aún nos va a sorprender
para bien?
- Aún no nos hemos atrevido a soñar todo lo que puede significar el
almacenamiento e intercambio de información en grandes cantidades, lo
que en inglés se llama Big Data. Doy un ejemplo: cuando todos tengamos
nuestra ficha médica digitalizada y con un buen mecanismo para proteger
nuestra privacidad, los diagnósticos médicos van a mejorar de forma dramática.
La pregunta mágica que podremos responder es cuál es el mejor
tratamiento para cada paciente teniendo en cuenta sus condiciones, edad,
sexo, presión arterial, síntomas, etc... porque podremos mirar qué fue
lo que funcionó mejor para miles de personas con condiciones similares.
Esto va a significar un avance enorme en disciplinas como planeamiento urbano, transportes públicos y educación.
También van a ser muy importantes los sensores que retransmiten de
forma inalámbrica. No sólo el GPS que te dice dónde está el colectivo,
sino los que miden el aire, la contaminación, el tránsito, los lugares
donde hay más gente... Si se usan de forma responsable, protegiendo la
privacidad, pueden ayudarnos a entender mejor el mundo y predecirlo.
- El debate sobre la neutralidad de la red cobró fuerza en EE.UU.
con el auge de transmisoras de contenido audiovisual como Netflix, ¿las
operadoras van a lograr encarecer la transmisión de algún tipo de
contenidos?
- La neutralidad de la red es importante para el crecimiento
económico y para el emprendedurismo. Los países tienen que hacer un
esfuerzo para protegerla. Dicen que empresas como Netflix
se aprovechan de recursos que no pagan pero es mentira. Netflix paga
por su ancho de banda y yo, como cliente, pago por mi ancho de banda,
así que no debería haber ningún problema. Si las operadoras están
preocupadas es porque están integradas de forma vertical y son
propietarias de canales de cable. Lo que están tratando de hacer es
empeorar el servicio de Netflix para que los clientes elijan sus canales
de cable.
- ¿Por qué es tan importante evitar que los operadores hagan
discriminación de precios en función de los datos que se transmiten?
- Porque lo pueden convertir en una forma de tomar ventaja sobre sus
competidores, y eso va a hacer que haya menos competidores, menos
startups y menos innovación.
- ¿Espera un salto tecnológico que termine con la escasez de banda
ancha y, por tanto, con la polémica sobre la neutralidad de la red?
- Los operadores quieren hacer dinero justificándose con la escasez.
Es decir, que si el gobierno no protege la neutralidad de la red, lo que
termina haciendo es permitir el siguiente razonamiento de los
operadores: 'Es más rentable para mí la escasez de banda ancha que la
abundancia'. Pero por supuesto, la meta de la política gubernamental debería ser dar incentivos para la abundancia,
y no para la escasez. Es decir, que sean más rentables los operadores
que ofrecen más banda ancha, mejores velocidades y mayor cobertura. Y no
los operadores que pretenden cobrar extra a las empresas de Internet
que sólo están haciendo lo que se supone que tienen que hacer.
Espionaje de redes sociales por el Gobierno será llevado a Contraloría
Senador Pedro Muñoz manifestó que el nuevo mecanismo constituye un
tratamiento de datos sensibles, por lo que pidió invalidar licitación
efectuada por el Ejecutivo.
Un recurso ante la Contraloría General de la República para declarar ilegal la plataforma de seguimiento de personalidades y conceptos en Internet, solicitó el senador Pedro Muñoz
quien explicó que el sistema permitiría al Ejecutivo conocer en línea
las reacciones que se susciten, particularmente en las redes sociales,
en torno a autoridades, entidades y temas de interés nacional.
La iniciativa impulsada por el Ministerio Secretaría General de Gobierno y adjudicada a la empresa Brandmetric S.A., por un monto de $ 14.388.000, ha motivado una controversia en torno a sus objetivos y alcances.
Para el senador Muñoz el sistema impulsado por el Ejecutivo “es
ilegal”, en tanto viola la intimidad de las personas. Por ello, solicitó
al contralor general de la República, Ramiro Mendoza, “declarar
que los actos administrativos que configuran e implementan esta
plataforma de seguimiento, tales como llamado a propuesta, adjudicación y
pagos, constituyen un tratamiento de opiniones políticas y, por tanto,
de datos sensibles de la población, conducta claramente prohibida por la
ley 19.628″.
Asimismo no descartó que estos mismos antecedentes sean objeto de un
recurso de protección tendiente a paralizar la implementación y uso de
este sistema.
“Se ha dicho que se trata de una forma de auscultar lo que la gente
piensa del Gobierno, sus autoridades y de ciertas iniciativas,
asimilándolo a lo que muchas empresas realizan respecto de marcas y
productos, sin embargo, ello no es exacto, tanto por el carácter de las
opiniones que se recogen como por las características de la plataforma
que se está implementando”, manifestó.
El legislador recalcó que no se trata de recoger dichos sobre marcas o
productos, sino opiniones políticas, definidas en el artículo 2º letra
g) de la Ley 19.628 sobre datos personales y protección de la vida
privada como datos sensibles de la población.
Agregó que el artículo 10º del mismo texto legal señala que “No
pueden ser objeto de tratamiento los datos sensibles, salvo cuando la
ley lo autorice, exista consentimiento del titular o sean datos
necesarios para la determinación u otorgamiento de beneficios de salud
que correspondan a sus titulares.”
Recalcó que “claramente para la ley las opiniones políticas no pueden
ser objeto de tratamiento de ningún tipo, aún cuando provengan de
fuentes públicas y en eso difieren de los datos personales”.
Asimismo, en cuanto a las características del sistema, el senador
Muñoz rebatió que se trate de una mera revisión de opiniones. “Las Bases
Técnicas nos dejan claro que no sólo recogerán estadísticamente los
comentarios, sino también se identificará su origen, incluso la
localización cuando se trate de Twitter y, más aún, que se almacenarán por un cierto período de tiempo.”
Puntualizó que “sería bueno que la ministra Von Baer lea las
bases y los parámetros de evaluación que se utilizaron porque no estamos
frente a un simple seguimiento de redes, sino que se está configurando
una base de datos de opiniones políticas y eso está prohibido”.
Censura, 'trolls' pagados por los gobiernos y espionaje
A Andrew McLaughlin, ex asesor de Barack Obama y antiguo responsable del departamento de asuntos institucionales de Google, le han preguntado en una entrevista al suplemento iEco del diario argentino Clarín,
por las actividades de los gobiernos en la redes sociales o más bien
por la política de control (o represión) frente a las mismas.
Según Andrew McLaughlin los gobiernos pueden hacer (y hacen) tres cosas en las redes sociales: censurar, pagar a falsos comentaristas para que redirijan la conversación hacia donde les interesa y espiar.
Sobre la primera, la censura, considera que está superada.
“Siempre llega tarde y ya no controlan las noticias. Como se demostró
con el reciente choque de trenes que sufrieron, la gente lo twiteó
durante horas antes de que pudieran bloquear los tweets. Además, siempre
se encuentra la forma de escribir en código para evitar el bloqueo”.
Sobre la segunda categoría, crear falsos comentaristas, dice no tener claro cuán efectivo será a largo plazo el uso de Trolls o Puppets, “yo diría que no mucho ahora que las redes sociales permiten evaluar la calidad de los comentarios. Sitios como Yelp, que sirve para evaluar restaurantes, tienen un sistema de puntuaciones que le da más valor a las opiniones expresadas por personas con muchas conexiones y muchos comentarios
en diferentes restaurantes. De esa forma, los perfiles falsos que los
restaurantes crean para alabar su propio negocio tienen mucho menos
peso. Ese es un sistema que se va a ir extendiendo por toda la Red”.
Para Andrew McLaughlin el potencial del estado-policial digital en las redes sociales reside principalmente en la tercera categoría: el espionaje. Él mismo lo explica:
Es la forma de control más efectiva para los estados y peligrosa para
los activistas. China y otros países represores la han convertido en su
arma principal. De vez en cuando arrestan a alguien de forma
arbitraria, sólo para enviar la señal de que el activismo en las redes
sociales te puede causar problemas. Una de las cosas que aún tenemos que
aprender es cómo protegernos de esa labor de espionaje. Hasta ahora, se
hizo muy poco en ese sentido
A Andrew McLaughlin, ex asesor de Barack Obama y antiguo responsable del departamento de asuntos institucionales de Google, le han preguntado en una entrevista al suplemento iEco del diario argentino Clarín,
por las actividades de los gobiernos en la redes sociales o más bien
por la política de control (o represión) frente a las mismas.
Según Andrew McLaughlin los gobiernos pueden hacer (y hacen) tres cosas en las redes sociales: censurar, pagar a falsos comentaristas para que redirijan la conversación hacia donde les interesa y a
espiar.
Sobre la primera, la censura, considera que está superada.
“Siempre llega tarde y ya no controlan las noticias. Como se demostró
con el reciente choque de trenes que sufrieron, la gente lo twiteó
durante horas antes de que pudieran bloquear los tweets. Además, siempre
se encuentra la forma de escribir en código para evitar el bloqueo”.
Sobre la segunda categoría, crear falsos comentaristas, dice no tener claro cuán efectivo será a largo plazo el uso de Trolls o Puppets, “yo diría que no mucho ahora que las redes sociales permiten evaluar la calidad de los comentarios. Sitios como Yelp, que sirve para evaluar restaurantes, tienen un sistema de puntuaciones que le da más valor a las opiniones expresadas por personas con muchas conexiones y muchos comentarios
en diferentes restaurantes. De esa forma, los perfiles falsos que los
restaurantes crean para alabar su propio negocio tienen mucho menos
peso. Ese es un sistema que se va a ir extendiendo por toda la Red”.
Para Andrew McLaughlin el potencial del estado-policial digital en las redes sociales reside principalmente en la tercera categoría: el espionaje. Él mismo lo explica:
Es la forma de control más efectiva para los estados y peligrosa para
los activistas. China y otros países represores la han convertido en su
arma principal. De vez en cuando arrestan a alguien de forma
arbitraria, sólo para enviar la señal de que el activismo en las redes
sociales te puede causar problemas. Una de las cosas que aún tenemos que
aprender es cómo protegernos de esa labor de espionaje. Hasta ahora, se
hizo muy poco en ese sentido
NO es éste un fenómeno estrictamente nuevo. Viene estudiándose desde
mediados del siglo XX. Sí es algo añadido la globalización de las redes sociales, consecuencia del uso masivo de internet. Esta herramienta, con más luces que sombras, ha hecho que la comunicación en red
se establezca entre el común de la gente (no sólo entre científicos o
miembros de instituciones) y que el contenido de la misma lo sea sobre
cualquier tema o actividad humana. Jóvenes, niños, adultos;
trabajadores, amos/as de casa; cualquier persona, inserta o no en un
colectivo determinado, es sujeto activo de la comunicación en red. La
temática: hobbies, trabajo, ocio, amistad y todo tipo de mensaje
se vehicula por la red social. Adopta, con frecuencia, la forma de
convocatoria universal y no sólo de transmisión de datos o información
personal. Por esta senda, las redes sociales
están tomando el lugar de las organizaciones sociales que, con
sistemática y programación, venían haciendo de movilizadores de la
ciudadanía. En definitiva, pueden convertirse en una suerte de
democracia directa, autónoma de la democracia representativa.
¿Es bueno o es malo? Depende. A primera vista, es liberador que la
ciudadanía se mueva espontáneamente, parezca tomar las riendas directas
de las cosas que les atañen. Sin embargo, en las sociedades de masas y complejas,
las decisiones sobre el interés general necesitan de un análisis, de
una concertación entre intereses particulares y de una ponderación que
esta forma, desorganizada, de movilizar voluntades no asegura el logro
del bien común. La democracia directa, históricamente, se ha dado en
comunidades muy reducidas, donde se oye la voz de todos y no sólo la de
quienes acuden a una llamada, a veces más atractiva que sensata. Aunque
quienes así se movilicen sean muchos, en una sociedad como la nuestra
sólo son un ínfimo porcentaje de la totalidad de la población. ¿Qué son
1.600.000 firmas pidiendo la cadena perpetua frente a cuarenta y seis
millones de españoles? Aún más grave: ¿qué debate ha habido entre quien
recoge la firma (o convoca una manifestación) sobre un tema tan complejo
como la reinserción, la presunción de inocencia y el castigo justo?
Dos reflexiones finales. Una: las organizaciones (instituciones, partidos políticos, asociaciones…) han de utilizar las redes sociales
ya que gran parte de la ciudadanía sólo usa esta herramienta para
informarse y comunicarse. No vale sólo lamentarse; hay que encarnarse en
internet. La segunda: los representantes sociales deben hacer examen de
conciencia sobre por qué se ha producido la desafección y la
desconfianza de la ciudadanía en quienes les representan. Tampoco basta
con reivindicar el valor de la política: hay que poner remedio.
Las redes sociales no son sólo el lugar para coordinar
esfuerzos contra gobiernos represores. Según el ex asesor en tecnología
de Barack Obama, Andrew McLaughlin, son una fabulosa fuente de
información para los que espían a sus ciudadanos.
Las redes sociales no son sólo el lugar donde los jóvenes de Egipto y Túnez coordinaron los esfuerzos que en 2011 terminaron con décadas de presidentes impopulares. También son una fuente de información fabulosa para gobiernos represores que espían a sus ciudadanos. Al menos así es como lo ve Andrew McLaughlin (41), ex asesor de Barack Obama en tecnología y antiguo responsable del departamento de asuntos institucionales de Google.
Las redes sociales no son sólo el lugar donde los jóvenes de Egipto y Túnez coordinaron los esfuerzos que en 2011 terminaron con décadas de presidentes impopulares. También son una fuente de información fabulosa para gobiernos represores que espían a sus ciudadanos. Al menos así es como lo ve Andrew McLaughlin (41), ex asesor de Barack Obama en tecnología y antiguo responsable del departamento de asuntos institucionales de Google.
McLaughlin habló la semana pasada con iEco, después de exponer en las
conferencias de Experiencia Endeavor los objetivos de su nuevo
emprendimiento, Civic Commons, una organización que fomenta la
colaboración entre ciudades dentro de proyectos de software de código
abierto.
- Si bien las redes sociales tuvieron un papel
fundamental en las revueltas del Norte de África, también han surgido
dos argumentos en su contra: sirven para espiar y para mantener
entretenida a la población.
- Del Segundo argumento, ni me preocuparía.
- Según el autor del libro The Net Dellusion, Evgeny Morozov, es una hipótesis más que fundamentada...
-
Puede ser, pero no me llama mucho la atención. Lo primero sí creo que
es importante. Los gobiernos pueden hacer tres cosas en las redes
sociales: censurar, pagar a falsos comentaristas para que redirijan la
conversación hacia donde les interesa, y espiar.
Si uno se fija en
China, las inversiones del gobierno están en la primera categoría,
censurar, y eso es errarle por completo. La censura siempre llega tarde y
ya no controlan las noticias. Como se demostró con el reciente choque
de trenes que sufrieron, la gente lo twiteó durante horas antes de que
pudieran bloquear los tweets. Además, siempre se encuentra la forma de
escribir en código para evitar el bloqueo.
Poco a poco China está invirtiendo más en la segunda categoría: crear
falsos comentaristas o Sock Puppets (marionetas de medias) como los
llamamos en inglés. Contratan a un montón de gente para que diga cosas
lindas sobre el partido comunista.
No tengo claro cuán efectivo será esto a largo plazo, yo diría que no
mucho ahora que las redes sociales permiten evaluar la calidad de los
comentarios. Sitios como Yelp, que sirve para evaluar restaurantes,
tienen un sistema de puntuaciones que le da más valor a las opiniones
expresadas por personas con muchas conexiones y muchos comentarios en
diferentes restaurantes. De esa forma, los perfiles falsos que los
restaurantes crean para alabar su propio negocio tienen mucho menos
peso. Ese es un sistema que se va a ir extendiendo por toda la Red.
La tercera categoría, el espionaje, es a mi juicio la forma de
control más efectiva para los estados y peligrosa para los activistas.
China y otros países represores la han convertido en su arma principal.
De vez en cuando arrestan a alguien de forma arbitraria, sólo para
enviar la señal de que el activismo en las redes sociales te puede
causar problemas. Una de las cosas que aún tenemos que aprender es cómo
protegernos de esa labor de espionaje. Hasta ahora, se hizo muy poco en
ese sentido.
-¿En qué momento la Administración Obama va a empezar a temer el creciente poder de Google?
-
Los gobiernos que creen en la competencia tienen que mirar de cerca a
las grandes empresas y eso es lo que está pasando ahora. Google es una
empresa que quiere obtener beneficios, como cualquier otra, y por eso no
creo que haya que esperar que siempre actúe por el bien público.
De cualquier forma, no veo problemas en la forma en que se está
manejando Google. Conozco los algoritmos del buscador y sé que están
claramente orientados a obtener el resultado más exacto. No tienen
desviaciones en contra de los competidores porque sería ir en contra de
los propios intereses de Google.
Lo que el gobierno sí está mirando con detenimiento es el sistema
operativo Android, para determinar si Google favorece o no sus propios
servicios, en contra de los de los competidores, cuando son accedidos a
través de esta plataforma.
- Antes hablamos sobre riesgos de las
redes sociales de los que no somos muy conscientes, ¿en qué cosas
Internet aún nos va a sorprender para bien?
Aún no nos hemos atrevido
a soñar todo lo que puede significar el almacenamiento e intercambio de
información en grandes cantidades, lo que en inglés se llama Big Data.
Doy un ejemplo: cuando todos tengamos nuestra ficha médica digitalizada y
con un buen mecanismo para proteger nuestra privacidad, los
diagnósticos médicos van a mejorar de forma dramática. La pregunta
mágica que podremos responder es cuál es el mejor tratamiento para cada
paciente teniendo en cuenta sus condiciones, edad, sexo, presión
arterial, síntomas, etc... porque podremos mirar qué fue lo que funcionó
mejor para miles de personas con condiciones similares. Esto va a
significar un avance enorme en disciplinas como planeamiento urbano,
transportes públicos y educación.
También van a ser muy importantes los sensores que retransmiten de
forma inalámbrica. No sólo el GPS que te dice dónde está el colectivo,
sino los que miden el aire, la contaminación, el tránsito, los lugares
donde hay más gente... Si se usan de forma responsable, protegiendo la
privacidad, pueden ayudarnos a entender mejor el mundo y predecirlo.
Fuentes de Información
Descubierta operación de espionaje de EEUU que manipula perfiles en redes sociales
Los militares están desarrollando un software que permitiría
manipular en secreto los sitios de comunicación social mediante el uso
de falsos perfiles, para influir en conversaciones por Internet y
difundir propaganda pro-estadounidense.
Una empresa de California se ha adjudicado un contrato con el Comando
Central de Estados Unidos, que supervisa las operaciones armadas del
país en Medio Oriente y Asia Central, para desarrollar lo que se
describe como una persona que gestiona servicios en línea, que permitirá
a un militar de Estados Unidos controlar hasta 10 identidades
diferentes de cualquier punto del mundo.
Este proyecto ha sido comparado, por expertos en web, a los intentos
de China para controlar y restringir la libertad de expresión en
Internet. Los críticos tienden a quejarse de que esto va a permitir a
los militares crear falsos consensos en las conversaciones en línea,
desplazar las opiniones no deseadas y sofocar comentarios o informes que
no corresponden con sus propios objetivos.
El descubrimiento que los militares estadounidenses están
desarrollando falsos perfiles en línea, también podría alentar a otros
gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales a hacer lo
mismo.
El contrato de Centcom, estipula que cada personaje falso en línea
debe tener un fondo de convencer y obtener apoyo, y que hasta 50
controladores deben ser capaces de operar las identidades falsas desde
sus estaciones de trabajo “sin temor a ser descubiertos por los
adversarios sofisticados”.
Un Comandante del Centcom expresó que “la tecnología soporta las
actividades clasificadas en blogs y sitios de lengua extranjera, para
que nosotros podamos hacer frente a extremistas violentos y evitar la
propaganda enemiga fuera de Estados Unidos”.
Los idiomas en los que se llevará a cabo serían, entre otros, árabe y
persa, dejando a un lado el inglés pues son los más difíciles de
detectar y que además, en inglés si podían atribuirlo. También aclararon
que no estaban apuntando a sitios en inglés o con sede en Estados
Unidos. Para sellar los rumores, afirmó que no estaban interesados en
Facebook o Twitter, sino en otras más específicas.
Una vez desarrollado, el software permitiría al personal de servicio
de Estados Unidos, responder conversaciones en línea de forma
coordinada, sea en blogs, chats, foros o cualquiera otra plataforma.
En el contrato se requieren servidores privados tanto en Estados
Unidos como en muchos otros países del mundo, para dar la impresión que
los personajes falsos están ubicados en diversos puntos.
Este contrato, se cree que fue adjudicado dentro del programa
conocido como Operación Earnest Voice (OEV), que se desarrolló por
primera vez en la guerra de Irak como un arma de guerra sicológica
contra la presencia en red de Al-Qaeda y otros partidarios contrarios a
las fuerzas de coalición.
OEV es visto por los altos mandos de Estados Unidos como una parte
vital de lucha contra el terrorismo y la radicalización, buscando, según
palabras del General Mattis, “perturbar la contratación y formación de
terroristas suicidas, negar refugio seguro para los adversarios y la
lucha contra la ideología extremista y la propaganda”.
Sin embargo, se enfrentarían a retos legales si se llega a ir contra
los ciudadanos de Estados Unidos, país donde son perseguidas las
personas que crean perfiles falsos en Internet.
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