No es el fin del mundo, pero sí el de nuestras familias
TOMADO DE http://chemtrailsevilla.wordpress.com
Por Roberto Centeno
¡Cien mil millones! Después de cuatro
años de mentiras y ocultación al por mayor, después de 40.000 millones
de dinero público despilfarrado, después de 135.000 millones de avales
del Tesoro, después de una deuda con el BCE de 250.000 millones que
habrá que devolver en poco más de dos años (¿cómo se hace eso con la
economía en caída libre?), después de dos reformas del sistema
financiero en tres meses, después de todo eso, digo, la banca más sólida de la galaxia necesita 100.000 millones de
rescate europeo más la conversión en capital de la deuda subordinada,
unos 50.000 millones aproximadamente, 150.000 millones en total. Y eso
puede no ser todo.
España en bancarrota, un destrozo casi
inimaginable que han realizado solo 20 personas en “colaboración” con 14
barones autonómicos. Todo ello gracias al grave incumplimiento de las
obligaciones del gobernador del Banco de España y su lacayo Aríztegui,
que saldrán forrados del BdE en lugar de esposados a cambio de su
silencio respecto a los detalles de las relaciones inconfesables
cajas/casta política/promotores corruptos.
Son infinidad las consecuencias de este
desastre anunciado, pero empiezo por las más obvias. La primera es que
deslegitima totalmente el sistema político corrupto hasta la médula y la
perversión de las instituciones que impusieron los padres de la
Transición. ¡Ojalá, como en Grecia, esto supongael hundimiento de los dos grandes partidos políticos que
nos han llevado a la ruina, y un cambio en la Ley electoral que ponga
en su sitio a los partidos nacionalistas-chantajistas! La segunda, que
un rescate de esta dimensión significa pura y simplemente que serán
intervenidos la casi totalidad de entidades financieras del país. Solo
el Santander, el BBVA y algún otro, quedarán al margen. Y la tercera, la
más grave de todas, que aunque esto no es el fin del mundo, sí los es
para más del 70% de las familias españolas, de sus hijos y de los hijos
de sus hijos.
Un país no puede vivir continuamente al
borde del precipicio gobernado por mentirosos y corruptos. El
responsable final de la devolución de este dinero será el Estado
español, lo que plantea un problema de deuda que los mercados no van a
dejar de valorar. Además, el problema de España es multidimensional,
porque también hay que reducir el déficit, nacional y regional, a
niveles aceptables… y todo a la vez. Por ello no tiene sentido alguno
pedir ayuda para arreglar el problema de la banca, sin pedir simultáneamente un rescate de España y de las CCAA.
Para JP Morgan, la ayuda que necesita España asciende a 350.000
millones de euros, bancos incluidos. En todo caso, la idea del Gobierno
es justo la contraria: pedir una “ayuda” exclusivamente dirigida al
sistema financiero, y con ello librarse de una intervención de España.
Pero eso es una quimera, primero porque
el rescate bancario producirá una contracción aún mayor del crecimiento
(el FMI habla de un escenario catastrófico, caída del 4,1 % del PIB, y
un millón de parados más). Segundo, porque la banca es quien sostiene
España como la única compradora deuda, y ahora España se endeuda más aún
para rescatar a la banca. En resumidas cuentas: o se rescata a los dos, o esto no se sostiene. Y tercero, para rizar el rizo del disparate nacional, Montoro, apoyado por Cospedal, piensa sacar hispabonos,
es decir, dinero garantizado por el Tesoro para mantener a los
despilfarradores y a los corruptos. De Guindos dice que no, que solo a
las CCAA que cumplan… y no lo hace ninguna. Y mientras tanto, Rajoy se
fuma un puro, cada vez es mas difícil y costoso colocara la deuda, el
mismo escenario que obligó a Portugal, Grecia e Irlanda a solicitar el
rescate.
Por primera vez en dos siglos, los españoles vivirán peor que sus padres
De momento y para poder compensar el
desplome de los ingresos fiscales sin renunciar al despilfarro, Rajoy
tomará en las próximas semanas las siguientes medidas, echándole la
culpa a Europa, que la tiene sin duda por la irresponsabilidad del BCE
de mantener una barra libre sin control alguno, y porque seguramente
formarán parte del paquete de exigencias del préstamo:
1.- Subida del IVA, de los impuestos especiales y eliminación de deducciones fiscales
como la vivienda (exprimir el limón como dicen los fiscalistas). Por
supuesto, los ricos de verdad, vía SICAV, seguirán exentos de la mayoría
de impuestos.
2.- Congelación primero y recorte después del sistema de pensiones,
que en todo caso ya no se sostiene. Según los estudios actuariales
realizados independientemente en la Universidad del País Vasco y en la
Universidad de Valencia, las pensiones deben reducirse de media en un 40
%.
3.- Recorte, por diversos caminos, de las prestaciones por desempleo.
4.- Recorte de la remuneración a los funcionarios, vía nuevas rebajas salariales, ampliación de la congelación y límites a la promoción interna.
5.- Recorte de prestaciones en Sanidad y Educación, y nuevos incrementos del copago con
su extensión a áreas como la farmacia, las urgencias y las estancias
hospitalarias. Los eventuales se irán todos a la calle.
6.- Subidas brutales del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y todo tipo de tasas municipales y multas.
La mayoría de los españoles no ha querido
ni quiere ver, no ha querido ni quiere oír, no ha querido ni quiere
actuar. Y esto llámenlo como quieran, pero es el fin del mundo que
habían conocido hasta ahora para más del 70% de las familias españolas.
Desde mediados del s. XIX en España, si exceptuamos el paréntesis de la
Guerra Civil, los hijos siempre han vivido mejor que sus padres,
cada generación vivía mejor que la anterior y sus expectativas eran
mejores. Esto fue exponencial en los años 50 y 60. Pues bien, esto se
ha terminado y no sabemos por cuánto tiempo. Mi maestro el Profesor Velarde habla de un siglo.
No sé si tanto, pero dos o tres generaciones seguro vivirán peor, con
menos sueldos, con menos empleos, con menos ventajas sociales y con
expectativas menores que sus padres.
Y no solo eso. Esta casta política
miserable ha llevado a España a niveles de posguerra -solo en Madrid,
Cáritas tuvo que atender en 2011 a 118.000 personas–, ha llevado a 11,5
millones de persones a una situación de exclusión social, ha llevado a
2,2 millones de niños a la pobreza, una canallada casi inimaginable,
tanto que según UNICEF solo nos superan Rumanía, Letonia y Bulgaria. Más
de la mitad de la población ocupada es mileurista o incluso menos, y un
50% de jóvenes ni tiene trabajo ni esperanza de encontrarlo en un
horizonte temporal razonable. ¿Y creen que les importa? Nada en
absoluto. Ahí tienen a la alcaldesa de Madrid, un ejemplo entre mil, con
1.500 asesores con un sueldo de 46.000 euros, y 200 coches oficiales,
que va a subirnos de nuevo el IBI y las tasas “fuerte y dolorosamente”,
porque necesita 200 más…
¿Cómo Alemania y el BDE no intervienen a estos irresponsables?
Si se hubieran acometido la reforma del
sistema en 2008, hoy España estaría en vías de franca recuperación. Y,
sin embargo, de las 20 personas que de la mano de los barones
autonómicos han arruinado a esta nación, ninguna ha sido procesada y todas han recibido compensaciones multimillonarias. YMariano Rajoy, ante el aluvión de demandas presentadas en Bankia y con unRato que
ya se ha pedido tres consejos de lujo, ordena a la Fiscalía
Anticorrupción que investigue el caso, lo que significa que todos los
procedimientos abiertos en el tema, desde el 15-M a UPyD, pasando por
los innumerables grupos de expoliados, quedan paralizados 4 ó 5 años en
lo que se refiere a exigencia de responsabilidades. Es la misma trampa
que en CCM, cuando la fiscalía, siguiendo órdenes del PSOE y del PP,
investigó el tema y aún no ha dictado una resolución. Mientras tanto,
el Sr. Moltó y sus compinches están de rositas.
Impunidad para los malvados. Es la ley que la mafia política y
económico-financiera impone a la judicatura.
Si España hubiera sido intervenida hace
una año, Rato y sus secuaces no hubieran perpetrado el expolio Bankia,
ni el de la CAM, ni ningún otro. El despilfarro autonómico no hubiera
podido continuar, y cientos de miles, tal vez un millón de empleados
públicos nombrados a dedos, habrían sido despedidos. Ya se sabe, como
nos enseña la Estructura Económica de España, que por cada puesto
eliminado en el sector público se crean 2,8 puestos en el sector
privado, lo que significa que en lugar de destruirse 700.000 empleos se
habrían creado o estarían creando 1,8 millones de puestos de trabajo
(2,8-1). Y el tiempo juega en nuestra contra.
La pasada semana el Asian Times, el periódico económico con mas difusión en esa región, publicaba una carta abierta a la Canciller Merkel que titulaba “Deje caer a España”. Porque, explicaba, han mentido y continúan mintiendo masivamente,
sobre la situación de las cuentas públicas, sobre el desastre ignoto de
CCAA y ayuntamientos cuyas cifras son todas falsas, mientras la
asignación de los recursos es absolutamente disparatada. Dicen que el
dinero que se nos presta supone una carga de deuda y de intereses que
España ya no puede asumir, condenará a la miseria y a la desesperación
varias generaciones de españoles, una canallada que ni el Gobierno, ni
Europa, tiene derecho a imponer a los españoles, pero que nos han
impuesto. Muy pronto lo percibirán en sus propias casas, así que o salen
a la calle a defenderse y a defender a sus hijos o dense por muertos.
Fuente: www.cotizalia.com
... "condenará a la miseria y a la desesperación varias generaciones de españoles "... ya si una fracción es cierta es indignante !
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