Wikileaks pone al desnudo el correo electrónico interno del régimen sirio
Hoy, Público.es comienza a desvelar los hechos ocultos sobre el conflicto sirio que revelan más de dos millones de e-mails reservados del Gobierno de Bashar al Asad
Julian Assange está actualmente refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
Una vez neutralizado Julian Assange, a
Wikileaks se la daba por muerta. Hoy renace de sus cenizas, pese al
forzado refugio de su fundador en la embajada de Ecuador en Londres, y
revela al mundo entero otro de los secretos mejor guardados del planeta:
casi 2,5 millones de mails internos del régimen sirio de Bashar el
Asad, que revelan todas sus actividades reservadas entre 2006 y 2012.
Público.es ofrece a partir de hoy los resultados de esa investigación periodística en exclusiva mundial para los lectores en lengua española,
ya que es uno de los siete medios de comunicación (cinco occidentales y
dos árabes) que tienen acceso al contenido de ese nuevo 'scoop' de la
célebre red de filtraciones dedicada a la defensa de la libertad de
información.
El estudio de esos 2.434.899 correos electrónicos cruzados entre los más altos funcionarios del Gobierno de Siria y sus aliados
en el exterior continuará durante las próximas semanas, ante la
complejidad de la tarea, pero ya ha dado sus primeros frutos al
descubrir la hipocresía de determinadas multinacionales armamentísticas
europeas, que han seguido vendiendo alta tecnología destinada a las
Fuerzas de Seguridad sirias mientras las potencias occidentales
proclamaban un duro embargo contra Damasco en respuesta a las grandes
matanzas de civiles cometidas desde que estalló la revuelta inspirada
por la Primavera Árabe, en marzo de 2011.
En concreto, del examen detallado de esos e-mails Público.es ha obtenido pruebas de que el gigante italiano de la industria militar Finmeccanica –octavo proveedor de armas del Pentágono–
ha continuado proporcionando a Siria equipos de alta tecnología del
avanzado sistema de telecomunicaciones TETRA incluso durante este año
2012, a pesar de que ese Terrestrial Trunk Radio es empleado en todo el
mundo por el Ejército y la Policía con el fin de coordinar sus acciones
armadas. La multinacional no sólo es plenamente consciente de ello, sino
que ya tuvo problemas con Washington cuando decidió vender ese sistema a
los cuerpos policiales de Irán en 2006-2007, otro conflicto diplomático secreto también desvelado por Wikileaks a través de su célebre Cablegate.
La multinacional italiana no puede alegar ignorancia de las matanzas de civiles en Siria
Finmeccanica,
que está facilitando el TETRA a Siria a través de su filial Selex en
sociedad con otra multinacional de capital ruso y griego, aduce que ese
sistema puede ser también utilizado en operaciones de rescate y de
protección civil en caso de grandes catástrofes, como terremotos o
huracanes, ante su capacidad para operar en esas condiciones. Pero es
evidente que Siria no ha padecido ninguno de esos desastres en los dos
últimos años y que el único fenómeno de proporciones sísmicas que sufre
la población de ese país son los bombardeos sistemáticos del Ejército y
las matanzas de civiles cometidas por grupos paramilitares estrechamente
coordinados con las Fuerzas Armadas.
Además, la investigación de Público.es ha encontrado correos que demuestran que los comunicadores de radio y los repetidores del TETRA fueron a parar, en gran número, precisamente a los cuarteles militares y policiales de las poblaciones donde (y cuando) se estaban produciendo masacres.
La proveedora de esos equipos, Selex, podría alegar ignorancia de esos
hechos (pese a que el mundo entero estaba observándolos horrorizado)
pero resulta que desde el primer momento actuó tratando de mantener en
secreto sus operaciones en Siria.
Tanto es así
que, tras el primer viaje a Grecia de una delegación de cuatro
directores de las Telecomunicaciones sirias, ya en noviembre del 2006,
para iniciar los trámites de la compra del TETRA, ni siquiera la
delegación en Damasco de Intracom (la compañía greco-rusa que hace de
intermediaria de la tecnología italiana) tiene al principio conocimiento
de esa visita al más alto nivel de la Seguridad siria. La demostración
radica en el mail en el que el responsable de Intracom en Siria inquiere confundido qué le están diciendo (“¿Por qué me preguntan eso a mí?”, escribe)
cuando su empresa en Atenas le solicita aclaraciones sobre las
especificaciones técnicas de las antenas necesarias para el “cliente
sirio de TETRA”.
Finmeccanica fabrica el nuevo cazabombardero estratégico de EEUU
Dos años después, en marzo de 2008, el tránsito de los ingenieros sirios ya no se limita a Atenas, sino que celebran importantes reuniones en Florencia con los directivos de la propia Selex, filial del coloso armamentista italiano que está participando con Lockheed Martin en la fabricación del nuevo Joint Strike Fighter F-35B STOVL (el cazabombardero de última generación de EEUU) y que incluso obtuvo la concesión para colaborar en el equipamiento del helicóptero del propio presidente Barack Obama, el Marine One.
Pero
lo verdaderamente grave es que en julio de 2011, cuando es de dominio
público que la represión en Siria está causando decenas de muertos
diarios, Selex Communications e Intracom Telecom siguen garantizando el
mantenimiento y actualización de la red TETRA en ese país, como prueba
el texto del acuerdo que esas dos compañías envían a Damasco el día 16
de ese mes. Todo ello como parte de un negocio de Finmeccanica,
que está bajo el control del Gobierno de Roma (pues el Ministerio de
Economía posee más del 30% de sus acciones) y de otros “inversores
institucionales italianos” que cuentan con casi el 24% de la propiedad.
Y
estas relaciones inconfesables con Siria no son las únicas operaciones
escandalosas de Finmeccanica, pues en sus presuntos pagos de comisiones y
sobornos investigados por las fiscalías de Roma y de Nápoles están
involucrados agentes de la CIA, capos mafiosos y hasta el Banco del
Vaticano. Público.es les ofrece todos los detalles en la amplia
cobertura que dedicará hoy y los próximos días a la nueva
macro-filtración de Wikileaks.
FUENTE PUBLICO.ES
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