¿NECESITO UN MAESTRO ESPIRITUAL?



Me resulta muy interesante lo que al respecto dice el gurú y maestro espiritual SRI RAMANA MAHARSI, en su libro “Conversaciones con Sri Ramana Maharsi”:
Pregunta: ¿Es necesario un Maestro espiritual para la realización?
Respuesta: La realización es el resultado de la gracia del Maestro más que de las enseñanzas, los discursos, la meditación, etc. Éstas son sólo ayudas secundarias, mientras que la gracia es la causa principal y esencial.
Pregunta: ¿Cuáles son los obstáculos que impiden la realización de uno mismo?
Respuesta: Los propios hábitos de la mente (llamados en sánscrito vasanas).
P: ¿Cómo vencer esos hábitos mentales?
R: Realizándose uno mismo.
P: Eso es un círculo vicioso.
R: Es el ego el que suscita esas dificultades creando obstáculos, y después sufre la perplejidad de las
aparentes paradojas. Encuentre quién hace las preguntas y el uno mismo será encontrado.
P: ¿Cuáles son las ayudas para la realización?
R: Las enseñanzas de las Escrituras y de las almas realizadas.
P: ¿Pueden ser esas enseñanzas debates, discusiones y meditaciones?
R: Sí, todas éstas son sólo ayudas secundarias, mientras que lo esencial es la gracia del Maestro.
P: ¿Cuánto tiempo le llevará a uno obtener eso?
R: ¿Por qué desea saberlo?
P: Para darme esperanza.
R: Ese deseo es un obstáculo. El uno mismo está siempre aquí, no hay nada sin él. Sea el uno mismo, los deseos y las dudas desaparecerán. Ese uno mismo está presente en los estados de sueño profundo, de sueño con sueños y de vigilia. Estos estados pertenecen al ego. El uno mismo trasciende al ego. ¿No existía usted en el sueño profundo? ¿Sabía usted entonces que estaba dormido o que no era consciente del mundo? Sólo en el estado de vigilia usted describe la experiencia del sueño profundo como inconsciencia; por consiguiente, la consciencia cuando usted está dormido es la misma que cuando usted está despierto. Si usted sabe qué es esta consciencia de la vigilia, conocerá la consciencia que presencia los tres estados. Esta consciencia puede ser encontrada buscando la consciencia como ella era en el sueño profundo.
P: En ese caso, me quedo dormido.
R: ¡No hay mal en ello!
P: Es un vacío.
R: ¿Para quién es el vacío? Encuéntrelo. Usted no puede negarse a sí mismo nunca. El uno mismo es siempre y continúa en todos los estados.
P: ¿Debo permanecer como si estuviera en el sueño profundo y presenciar al mismo tiempo?
R: Sí. La presencia es el estado de vigilia. Por consiguiente, ese estado no será un estado de sueño profundo, sino de sueño profundo sin sueño profundo. Si usted sigue los pasos de sus pensamientos, será extraviado por ellos y se encontrará en un laberinto sin fin.
P: Así pues, debo retroceder a la fuente de los pensamientos.
R: Exactamente; de esa manera, los pensamientos desaparecerán y sólo quedará el uno mismo. De hecho, para el uno mismo, no hay ningún adentro ni ningún afuera. Todo eso son también proyecciones del ego. El uno mismo es puro y absoluto.
P: Esto se comprende sólo intelectualmente. ¿No es el intelecto una ayuda para la realización?
R: Sí, hasta una cierta etapa. Pero aún así, comprenda que el uno mismo trasciende el intelecto. El intelecto debe desvanecerse para obtener el uno mismo.
P: ¿Ayuda mi realización a otros?
R: Sí, ciertamente. Es la mejor ayuda posible. Pero no hay ningún otro a quien ayudar. Pues un ser rea- lizado ve el uno mismo de la misma manera que un orfebre aprecia el oro en diversas joyas. Sólo cuando usted se identifica con el cuerpo, las formas y las figuras están aquí. Pero cuando usted trasciende su cuerpo, los otros desaparecen junto con su consciencia corporal.
P: ¿Ocurre eso también con las plantas, los árboles, etc.?
R: ¿Existen ellos aparte del uno mismo? Averígüelo. Usted piensa que los ve. El pensamiento es proyectado desde su uno mismo. Encuentre de dónde surge. Los pensamientos cesarán de surgir y sólo quedará el uno mismo.
P: Yo lo comprendo teóricamente. Pero todavía están aquí.
R: Sí. Es como una sesión de cine. Está la luz en la pantalla y las sombras, que pasan rápidamente impresionando a la audiencia con la puesta en esena de alguna obra. Algo parecido, será también si en la misma representación se muestra también al público. El espectador y lo visto estarán entonces sólo en la pantalla. Aplíquese esto a usted mismo. Usted es la pantalla, el uno mismo ha creado al ego, el ego tiene sus creencias de pensamientos que se muestran como el mundo, los árboles, las plantas, etc., sobre los cuales usted está preguntando. En realidad, todos éstos no son nada sino el uno mismo. Si usted ve al uno mismo, encontrará que todo es lo mismo, por todas partes y siempre. No existe nada más que el uno mismo.
P: Sí, aunque lo comprendo sólo teóricamente. Sin embargo, las respuestas son simples, bellas y convincentes.
R: Incluso el pensamiento, «yo no comprendo» es un obstáculo. De hecho, sólo el uno mismo existe.”

Namasté.
FUENTE ayurvedadeltibet.com

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