ÁNGELES CAÍDOS (ANTON PARKS)
Planeta azul se presenta de nuevo, esta vez, con el interesante
relato de Anton Parks en su obra CRÓNICAS DEL GIRKÚ en la cual se
revela y evidencia como antiguas civilizaciones
extraterrestres protagonizaron una larga historia de guerras,
ocultas en el pasado remoto de la galaxia que tuvo repercusiones
directas en la génesis de la raza humana en la tierra. Anton Parks, adentrándose en la memoria de Saam,
recuerda la conciencia de haber presenciado esos hechos. Un alboroto en
las calles de Šalim (capital del Abzu) y una llamada !“Enki, Enki”!
despertó a Sa’am/Enki de su descanso y lo llevó rápidamente hasta donde
estaban reunidos las Ama’argi, los Nungal y los Anunna, muy excitados,
mientras las naves voladoras de los Kingu pasaban sobre sus cabezas.
Zehuti (Nungal, mano derecha de Sa’am) vino a encontrarse con Enki y
rápidamente explicó: ¡un contingente Kingu estaba pidiendo asilo en el
Abzu! Se requería una decisión inmediata de Enki. Solamente era posible
una opción, aunque no estaba exenta de riesgos. A los Kingu se les
prohibió permanecer en el Abzu, pero podían tomar refugio en las
numerosas grutas y túneles naturales ocultos en la corteza terrestre. (¿Que conocemos sobre ellas hoy?)
El Gigirlah real permaneció encendido hasta que las Ama’argi finalmente
rindieron sus armas. Así es como un cierto número de Kingu llegó a
refugiarse bajo las montañas de Uraš. Muchas pinturas de la época
representan el tema, siempre con los mismos elementos: ángeles
rebelándose contra Dios y cayendo a la Tierra. Según la interpretación
habitual, estos “ángeles que se portaron mal” (después
de todo, ellos se opusieron a “Dios”, copularon con las criaturas
humanas de Dios, etc…) están siendo castigados por sus pecados. Pero
muchos acontecimientos podrían explicar esta memoria racial. Parks
sugiere el exilio de algunos de los Kingu a refugios bajo la superficie
de la Tierra, después de haber sido vencidos por An, Enlil y los Anunna,
aunque ninguno de estos participantes podría ser denominado ángel de
ningún modo. Y – que ironía – An, Enlil y los mismos Anunna, los
aspirantes a dioses, fueron encadenados a la Tierra por los Diseñadores
de Vida después de destruir a la Reina, Tiamata. Parks también cita la
interacción entre los “ángeles” del dios de la Tierra (los Anunna,
“ángeles de Yahvé”) y los Nungal (hijos de los Elohim). A continuación,
una breve descripción de las Razas Extraterrestres referidas en Las
Crónicas. En este esquema podemos ver las Razas de «Servicio a Sí
Mismos» (Egoístas), y de «Servicio a Otros». Las primeras se organizan a
modo de pirámide (jerarquía), mientras que las segundas se organizan a
modo de círculo (sin jerarquía). LOS KADIŠTU («Antiguos
Ensambladores de Vida»). También conocidos como los «Planificadores»,
los «Diseñadores de Vida» y los Elohim de la Biblia. El término hebreo
Elohim, descompuesto en sumerio-acadio da EL.U.HI.IM,
«Los Poderosos Exaltados que Mezclaron la Arcilla (o el Ser de Arcilla:
el hombre)». Los Kadištu son los guardianes de lugares claves en el
Universo, y Emisarios de la «Fuente Original». Su papel es unificar las
especies del Universo. En esto, uno podría pensar en ellos como «Ángeles
de Dios». Ellos han creado las diversas variedades de animales de la
Tierra. Viven en el Angal (las Altas Dimensiones), y muy pocos de ellos
pueden entrar a nuestra Tercera Dimensión. Esto no facilita el contacto
directo y explica su modo indirecto de abordarnos. Tampoco interfieren
en el desarrollo de razas en evolución. En cuanto a la Tierra, los
Diseñadores de Vida parecen haberla dejado en manos de los Reptiles
Gina’abul. Esto no sería un abandono, sino más bien un retiro
transitorio, porque hasta este día, los Diseñadores de Vida no han
cesado de mantener el ojo vigilante sobre su creación. A nivel humano,
esto pareciera estar tomando demasiado tiempo, pero para los Diseñadores
de Vida del Universo, esto no es nada. Ellos nos observan hoy más que
nunca antes, y se comunican por medio de personas que contactan directa o
telepáticamente. Pero tales comunicaciones deben ser tomadas con gran
cuidado, por la posibilidad de una equivocada interpretación de lo que
se ha recibido. Entre las Razas Kadištu, se encuentran los Abgal
(Anfibios de Sirio), las Amasutum (Sacerdotisas Reptilianas), las
Ama’argi (Amasutum Terrestres), los Ameli (Raza Semi-Etérica de
Aldebarán), los Sukkal (Aves de Lira), y los Urmah (Felinos de Orión).
En el idioma acadio, la palabra Qadistu evoca a una sacerdotisa de alto
rango. Nugig, la palabra equivalente en sumerio, puede entenderse como
«No Malvada», o también «La Imagen del Mal»: Prostitutas Sagradas. #LOS
GINA’ABUL («Genuinos Ancestros del Esplendor»). La Familia Reptil. Su
lugar de nacimiento estaba en la Constelación Draco, la cual ellos
llaman Usu, pero numerosos conflictos que irrumpieron su historia dio
como resultado la creación y separación de subrazas y su esparcimiento a
través de nuestro sector de la Galaxia. Algunos permanecen en Usu, pero
los Usumgal y la mayoría de las Amasutum están en la Osa Mayor, los
Kingú en Aquila, los Musgir y los Miminu (Grises) en Lira, y algunas
Amasutum son encontradas en Las Pléyades, en donde fueron también
creados los Anunna. Y es la guerra la que ha atrapado a los Anunna en la
Tierra. LOS ABGAL («Grandes Sabios»).
También conocidos por su nombre acadio Apkallu, y su nombre dogón
Nommo. Es un subgrupo Kadistu, procedente del Sistema de Sirio. Son
anfibios, de dedos palmeados y sangre verdosa, estando genéticamente
emparentados con los Gina’abul. Su cráneo es levemente alargado, pero no
como aquel del Gina’abul. Son idénticos a las representaciones sumerias
de los Abgal, que se dicen, son los Consejeros de Enki. Anton Parks
informa que esta imagen es la representación más cercana que tenemos del
Abgal del Sistema de Sirio. Los Dogones, por supuesto, siempre han
afirmado que Sirio era el hogar de los Nommo. Hace unos 60 millones de
años, los Abgal se ocuparon de la fauna marina de la Tierra y sobre todo
con las ballenas y delfines, cuyo papel principal era reequilibrar la
tasa vibratoria del KI que estaba extremadamente baja
en aquella época. LAS AMAŠUTUM («Madres Lagarto»). Es un grupo de
Sacerdotisas Kadistu, compuesto por hembras Gina’abul. Su símbolo está
compuesto por dos serpientes entrelazadas, es decir, el Caduceo, palabra
latina que deriva, precisamente, de Kadistu. Moran en varios puntos del
Universo, como la Osa Mayor, Las Híadas, Las Pléyades y Orión. Cuando
estaban privadas del papel reproductivo de los Šutum (Gina’abul machos),
las Amasutum fueron capaces de preservar su línea y multiplicarse a
través de la genética y su habilidad de clonar hasta el infinito. Y
donde todos los Šutum acarrearon su material genético original sin
variaciones, las Amasutum poseían una gran variedad de apariencias
faciales y caracteres, haciendo a cada una de ellas un ser único y
notable. El lapso de vida de las Amasutum es eterno, porque, al
contrario que los Šutum, sus cuerpos periódicamente se someten al
Gibil’lásu (renovación de la piel), similar al proceso visto en
serpientes y otros reptiles. Hay rumores de que algunas de ellas pueden
someterse a la muerte y a la resurrección. Esta estatuilla pre-sumeria
descubierta en Ur, representa a una hembra Gina’abul
(es decir, una Amasutum). Parks está seguro que la forma de la cabeza
es incorrecta, y está trabajando en una serie de dibujos que mostrarán
el alargamiento extendiéndose hacia atrás. En todo caso, ella está
usando una peluca. Según Parks, todas las razas Ginaabul comparten
esta apariencia general. Las variaciones están sobre todo en el color de
la piel y el grado de alargamiento del cráneo. LOS ŠUTUM («Lagartos»).
Son Gina’abul machos creados por Abzu-Abba para fecundar a las Amasutum,
pero sus habilidades reproductivas estaban en declive. Ellos sufrían de
una enfermedad desconocida. Originalmente obreros, trabajando para toda
la raza de los Gina’abul. Hoy se encuentran en la Constelación de la
Osa Mayor. Los círculos, como piedrecillas, en los hombros, son
similares a aquellos que llevaban los altos dignatarios mayas. Para los
maya, estos círculos simbolizan el OL, es decir la «percepción» o
«conciencia», «el
camino» y «la memoria». Al mismo tiempo, el OL maya es el equivalente
el sumerio UL que evoca «el pasado», «un adorno», «una estrella», «el
esplendor», y el verbo «resplandecer», al significar UL «privilegio» y
«protección». Estos círculos o piedrecillas colocadas en los hombros de
dioses sumerios y personajes maya de alto rango simbolizan los
cristales, o ME en los cuales estaba almacenado el conocimiento de los
«dioses»…Los Cristales de Cuarzo eran la clave para una clonación
exitosa. LAS AMA’ARGI («Madres Brillantes que sostienen»). Un grupo
Kadistu de Amasutum terrestres. Fueron creadas en nuestro Sistema Solar
por las Amasutum de la Osa Mayor, seguramente clonadas de la Biblioteca
Genética de su planeta. Tienen cola y piel oscura. Su nombre transporta
el sentido de «Remisión de Daños Divinos», pero la estricta traducción
del sumerio da el significado de «Madre Brillante que Sostiene (o
Restaura)». Las Ama’argi y su Reina, Dìm’mege, viven en el corazón del
Abzu (el Mundo Subterráneo), en la ciudad de Šalim («Corazón de la
Eternidad»). Su misión original en la Tierra ha sido restaurar el
planeta, el cual ha sido dañado por múltiples acciones militares y
manipulaciones genéticas conducidas por los Kingú, como el desarrollo de
los dinosaurios. En un período más tardío, las Ama’argi fueron
dirigidas por su Reina, Dìm’mege, para supervisar a los esclavos humanos
trabajando en los dominios agrícolas de los Anunna. El símbolo sumerio
AMA, usado para formar el término AMA.AR.GI representa un pilar sagrado,
atribuido a divinidades celestiales adoradas por lo humanos en un culto
religioso. La estrella en medio indica «divinidad». LOS AMELI. Una Raza
Kadistu Semi-Etérica, originaria del Sistema Aldebarán de Tauro, donde
aún tienen sus bases. Permitió que los Usumgal mantengan una colonia de
Miminus en su Sistema, pero los condujeron fuera después de la Gran
Guerra. LOS NIM («Insecto Volador – Príncipe – Ser Elevado»). Son una
Raza Kadistu con cabeza de insecto. En la Tierra, fueron los creadores
de los artrópodos buceadores. Como habrá observado el lector, los
diversos significados de la palabra Nim son bastante explícitos. LOS
SUKKAL («Mensajeros»). Un subgrupo Kadistu con forma de pájaros, de la
Constelación de Lira. Llamados «Primos de los Gina’abul». La palabra
sumeria Sukkal significa «Mensajero». En las tradiciones sumerias y
asirio-babilónicas, los Sukkal son humanoides con el cuerpo de un pájaro
y largas alas en la espalda. El término griego «anggelos» también
significa mensajero y se refiere a seres con funciones similares a las
de los Ángeles bíblicos. En la Tierra, los Sukkal fueron responsables de
la inserción de vertebrados ovíparos.
LOS URMAH («Grandes Guerreros – Leones»). También conocidos como «El
Ejército de los Elohim». Son Guerreros Kadistu, de la Constelación de
Orión. Tienen apariencia felino-humanoide. De hecho, Urmah, en sumerio,
significa «León», y también «Gran Guerrero». Se los suele ver con
garras, probablemente artificiales. Su logo es el león. Conforman el
ejército o milicia principal de los Kadistu. Cuando hay situaciones
difíciles y violaciones graves de las reglas, ellos son generalmente
designados para restaurar el orden. Por esta razón, los Urmah fueron
encontrados en varias ocasiones en nuestro Sistema Solar. Son
considerados como soldados de último recurso, ya que pueden ser muy
feroces. Ellos se retiran del combate sólo a petición del Consejo
Superior. Hace 65 millones de años, los Urmah tuvieron la misión
desgarradora de limpiar la Tierra de dinosaurios, dirigiendo un
proyectil demoledor. Varias colonias Gina’abul, gobernadas por tres
Reinas que escaparon de la Gran Guerra se encuentran colocadas cerca de
los Urmah. Esto parece ser una situación excepcional, ya que los Urmah
son bastante independientes. En cada caso, este reabordamiento ha traído
frutos en la forma de una notable raza híbrida. Los Urmah han hecho lo
mismo aquí con la Realeza Kingú, produciendo el Imdugud. Siempre que sea
posible, los Kadistu que pueden evolucionar sin mucha dificultad en la
Frecuencia KI, se unen y mezclan con especies que tienen dificultades
para levantar su nivel de frecuencia. Esta actividad de los
Urmah funciona para reequilibrar la conciencia Gina’abul a través de la
mezcla con ellos. LOS NAMLÚ’U («Inmensos Seres Humanos»). El Namlu’u
es el Humano Original, creado durante la Era Secundaria: un ser
extraordinario y casi omnipotente, multidimensional y dotado de
asombrosa Clarividencia y Telepatía. Aparentemente, tienen existencia
perpetua en alguna parte del Abgal (las Altas Dimensiones). La
Tradición Oral de los Lumwe de Zaire dice: «Los ancianos dicen que en el
comienzo del mundo, Dios creó al hombre y le dio responsabilidad sobre
todas las criaturas. Este hombre salía todos los días de su casa, muy
temprano por la mañana, para visitar la propiedad de Dios – es decir,
todo lo que se encuentra aquí en la Tierra. Y el siempre regresaba a
casa muy tarde, por la noche, y muy cansado. Pero a pesar de su gran
fatiga, él tenía que hacer este reporte a Dios, sobre el estado de salud
de todas las criaturas». Son altamente respetados, porque combinaron el
patrimonio genético de numerosas especies Kadistu. Los Namlú’u son
andróginos, tienen aproximadamente 4 mts de altura, y pueden desplazarse
muy rápidamente de una ubicación a otra a través del
uso del Merkaba, el Campo de Luz individual. El término Merkaba
significa «Carroza» en hebreo, pero esta palabra puede igualmente ser
traducida en egipcio, como «Conexión entre Alma y Espíritu». El término
Namlu’u fue usado por los «dioses» y los sumerios para designar a esta
Humanidad Primordial. Más adelante, el término fue usado para referirse a
los sumerios, quienes fueron los primeros humanos en Mesopotamia,
aquellos que estaban en contacto con los «dioses». La partida de los
Namlú’u de nuestra dimensión fue sincronizada con la llegada de los
Anunna a la Tierra. Los Namlú’u son seres que reúnen capacidades no
comunes. Ellos fueron creados «todos de una vez» por los Kadištu que
sembraron vida en este planeta. Ellos eran, por decirlo así, los
Guardianes de la Tierra antes de la llegada de los Anunna. Son textos
gnósticos, tales como «El Libro Secreto de Juan», los que anuncian que
este ser fue confeccionado por los «Creadores» a la imagen de Dios (la
Fuente) y conformando su respectiva apariencia. Este Ser Primordial
perfecto combinaba los varios poderes con los que ellos (los Creadores)
habían sido dotados, tanto física como psicológicamente. LOS KINGÚ
(«Gobernantes sobre las Regiones»). En sumerio, «Gobernador sobre la
Tierra (o Regiones)». Es la raíz principal de la veta de los Ginaabul.
La mayoría de los Kingú poseen una marca en la frente, como un Tercer
Ojo. Los hay de tres tipos: Blancos: También llamados
Kingú-Babbar, Kingú Albinos o Kingú Reales. Conforman la Realeza,
ubicada hoy en la Constelación del Águila. Son los más grandes de todos
los Kingú, y entre todos los Gina’abul, son los que más cercanamente se
asemejan a los seres humanos. Algunos poseen alas y cuernos, y otros no.
No les gusta mezclarse con otros, porque se sienten superiores al resto
de los Gina’abul. Su emblema es el Urin (el águila). Originalmente,
el Kingú Albino era la autoridad dominante en la Constelación de Draco,
donde crearon a los Usumgal. Posteriormente, emigraron con ellos a la
Constelación de Lira. Pero en el tiempo de la Gran Guerra, emigraron a
la Constelación del Águila, dejando a los Usumgal en Lira. Bajo un
acuerdo con los Kadistu, algunos Kingú Albinos se establecieron en
Tiamate (nuestro Sistema Solar). Por lo general, éstos no tienen alas ni
cuernos. Para obtener autorización para trasladarse a Tiamate (nuestro
Sistema Solar), los Kingú Albinos tuvieron que aceptar mezclar sus genes
con la línea de los Kadistu Urmah, creando así una nueva especie: los
Imdugud. Por lo general, los Kingú Albinos de Tiamate, no tienen alas y
cuernos. Durante la Era Secundaria, llenaron la Tierra con diversas
variedades de Husmus (Dinosaurios). A la llegada de los Anunnaki,
entraron en conflicto con ellos y sus descendientes. Esto era conocido
en tempranas civilizaciones humanas por todo el mundo, y representado en
muchas obras de arte como águilas confrontando serpientes. Se rumorea
que realmente han devorado a reptiles de otras razas, para ellos
inferiores. También han sido siempre un problema para las Ama’argi,
desde que su línea en Tiamate comenzó a desaparecer lentamente. Los
Kingú Albinos de Tiamate no practican la clonación, sino que se
reproducen por medios naturales. Mientras ninguna hembra fuera producida
en el Sistema Solar, persistieron en secuestrar a ciertas Ama’argi,
justo bajo las narices de los Kadistu. De todas formas, las Ama’argi
detuvieron el secuestro, capturando algunos Kingú Albinos, y
colocándolos a su servicio (aunque tratándolos bien). Desde entonces,
las relaciones han sido más tranquilas. Rojos: Están justo por debajo de
los Kingú Blancos en el Orden Social. Son Guerreros de piel rojiza, y
tienen cola, cuernos y alas. Cuando los Kingú Blancos partieron de
Draco, los Rojos permanecieron gobernando en su lugar. Al igual que sus
pares albinos, son extremadamente arrogantes. Verdes: Trabajadores y
Guerreros. Estos son los Kingú que toman parte en las
batallas en Duku al final del Libro 1. Tienen piel verdosa, un poco más
clara que la de los Anunna. LOS IMDUGUD («Sangre Noble»). Emblema del
Anzu Imdugud, simbolizando la herencia genética. Babilonia. La
designación sumeria Imdugud significa «Alta Tormenta» o «Sangre Noble».
Corresponde al Anzu o Zu de las Tablillas Acadias. Son una mezcla de
Kingú Albinos y Urmah. Debido a la genética Urmah, poseen una cierta
forma de sabiduría, y su cráneo es menos alargado que el de los Nungal y
Kingú. Son representados emblemáticamente en imágenes sumerias y
acadias como mitad águila y mitad león, simbolizando así sus raíces
genéticas. Se asemejan a los humanos, son muy altos, tienen piel blanca
como los Kingú Reales, y a menudo, ojos azules. Tienen una leve mirada
«animal» en sus ojos, un aspecto que está conectado con sus genes.
Emiten ladridos o sonidos de silbido. Se los suele ver con garras,
probablemente artificiales. Como los Kingú, ellos detestan tener que
asociarse con otros. Ellos lo harán solamente en su propio interés. Son
difíciles de abordar, incluso por los Gina’abul o los Kadistu. Fueron
creados por los Kingú Albinos mucho antes de la llegada de los Anunna a
Tiamate, para vigilar la reserva terrestre y sobre todo para servir a la
reconciliación entre los Gina’abul y los Kadistu, pero los Anunna se
enemistaron con ellos, así como con sus creadores. Tienen la reputación
de ser pacíficos, estando siempre presentes en el fondo de los trabajos
de los Kadistu. Parks no sabe si los Imdugud mantienen las mismas
relaciones con los Kingú y los Anunna hoy. Él se pregunta si son los
«Blancos Altos» que se han observado viviendo en la Cordillera Nellis,
en Nevada. LOS UŠUMGAL («Magníficos Dragones»). Creados por los Kingú
Albinos, los Usumgal crearon
a su vez a los Anunna, a los Musgir y otras razas. El Consejo Usumgal
de Nalulkara fue sobreviviente de la Gran Guerra. El término Usumgal fue
usado más tarde por los sumerios para designar a sus dioses y
soberanos. # LOS ANUNNA. También conocidos como los «Ángeles de Yahveh».
Los Anunna fueron propuestos como una Raza de Guerreros para defender a
las Amasutum contra un enemigo invisible y amorfo quien, de hecho, no
existía. (Esta dinámica, que hemos visto en nuestro tiempo, claramente
tiene raíces antiguas). Fueron creados por An y Ninmah en el Planeta
Duku, de un patrimonio genético descubierto por Ninmah en el Planeta
Nalulkara. Sin duda, se resaltó la variedad de la línea celular Šutum.
An ofreció a Saam como el prototipo para la raza. Originalmente fue
creado como asexual (aunque más tarde modificado a macho), pues An
discutió que, siendo asexuales, estarían sin distracciones y serían
mejores soldados. Las guerras entre los Gina’abul los trajo a la Tierra,
llegando a ser conocidos como los Anunnaki («Anunnas de la Tierra»).
Muchas Tablillas Sumerias relatan las aventuras de los Anunnaki en una
especie de oda extendida a estos guerreros Anunna. Las crónicas muestran
en detalle cómo se establecieron y controlaron a la humanidad, la cual
ellos transformaron genéticamente en ganado para su mayor placer, porque
los Anunnaki son algo perezosos. Esto es el por qué ellos llegaron a
ser considerados como dioses, o «Dios» a los ojos de la Humanidad. Estos
Anunnaki han manipulado a los humanos durante miles de años, y
continúan dirigiendo secretamente nuestros asuntos. Pero,
desgraciadamente para ellos, los humanos están llenos de mutaciones, y
muy pronto saltarán dimensiones… un momento histórico hace largo tiempo esperado
en la historia de la Humanidad. LOS NUNGAL. También conocidos como los
Vigilantes, Bené Elohim («Hijos de los Elohim»), o Igigi, su nombre
acadio. Fueron un derivado de los Imdugud. Considerados como Kadistus,
aunque no tienen ningún conocimiento de clonación. Tiamata requería una
raza sexual masculina para sus hermanas Amasutum, puesto que los Sutum
estaban extinguiéndose. Saam voluntariamente se ofreció crear la raza
principesca Nungal, para ese propósito, y para ser su líder. Saam-Enki
ensambló apresuradamente el material genético para los Nungal antes de
su partida de Nalulkara a Duku, en parte, de genes pertenecientes a los
experimentos de Abzu-Abba. Mamitu quiso verificar las células que ella
había seleccionado, pero Saam declaró que no tenían el tiempo, y que se
deberían de conformar con indicaciones inscritas en los contenedores de
los genes. Mamitu ya sabía muy bien qué células estaban usando: ella
había cambiado secretamente las células en los envases, con plena
intención de traer una nueva veta Kadistu a la ecuación. Pero estaba
decepcionada de que Saam no había ejercido la debida diligencia. La raza
resultante no tenía el poder del Gibil’lásu, que concede la Vida
Eterna. Sin embargo, eran seres de largas vidas, con orientación
Kadistu. Ellos fueron fuente de gran vergüenza para Saam cuando, pronto,
después de la llegada a la Tierra, inesperadamente mudaron de piel
—algo que nunca quisieron hacer a propósito— mostrando nueva piel que
era blanca como aquella de los Kingú Albinos, con quienes estaban
ultimadamente afiliados. Saam, Mamitu, y más particularmente los mismos
Nungal pagaron carísimo esta situación, porque los Anunna terrestres,
reconociéndolos como una subraza de su enemigo, los Kingú, usaron a los
Nungal durante largo tiempo como esclavos. Por ejemplo, los Nungal
fueron comisionados a cavar el Tigris y el Éufrates para abastecer de
agua las futuras ciudades de los «Dioses» Anunnaki. Mientras eran
tratados muy mal por los Anunna-Usumgal, los Nungal fueron cálidamente
aceptados por las Amaargi, con quienes, a veces, encontraron refugio en
su dominio del Abzu. Finalmente, bajo la insistente petición de su
propio pueblo, Saam-Enki respondió creando los especímenes de Adam para
salvar a sus Nungal. Los Anunnaki, entonces, pusieron a los Adam a
trabajar como esclavos. Los Nungal eran los Igigi – aquellos que eran
llamados «Los Vigilantes» en el Libro de Enoc, también llamados «Ángeles
Caídos», aquellos que se aparearon con hembras humanas sin autorización
de Yahveh (An-Enlil). Posteriormente, fueron seguidores de Osiris y
Horus. LOS MUŠGIR («Reptiles Furiosos»). Más conocidos por su nombre
asirio, Pazuzu. Son Dragones Alados capaces
de moverse fácilmente entre los 3 primeros Planos. Originalmente fueron
creados en la Constelación de Lira por los Usumgal. An y Ninmah
produjeron una segunda línea en el Planeta Duku, usando una línea
celular descubierta por Ninmah en el Planeta Nalulkara. Tienen cola,
cuernos y alas. Lucen como las Gárgolas que adornan las iglesias y
catedrales medievales. Esta estatuilla, representando un Musgir es
identificada con el demonio asirio-babilonio Pazuzu, un demonio
conectado con el Mundo Subterráneo y con Mundos Paralelos. Está armado
con grandes alas y su cuerpo está cubierto con escamas. El universo de
los Demonios estuvo muy presente en el espíritu mesopotámico, hasta el
punto que
el Musgir-Pazuzu fue considerado uno de los Demonios más poderosos. Por
esto, a menudo fue usado como un amuleto, en contra de otras entidades
infernales. Varios amuletos de este tipo han sido encontrados en las
fundaciones de las casas mesopotámicas. Atrás de sus alas aparecía la
siguiente inscripción: Yo soy Pazuzu, hijo de Hanpa. ¡El Rey de los
Espíritus del Mal de los Vientos que rugen violentamente desde el Šadû
(KUR en Asirio), soy yo!». # LOS MIMINU («Responsables de Tareas
Desagradables»). En el idioma de los Dogón de África, esta palabra
significa «Hormiga», describiendo la apariencia general de estos seres,
conocidos por nosotros como los «Grises». En el idioma Zulú, estos seres
son conocidos como Mantindane o «Torturadores». Trabajan como grupo y
funcionan como hormigas. Son una raza de trabajadores al servicio de sus
creadores reptiles. Fueron creados originalmente en Lira por los
Usumgal con genes
reprogramados de los Musgir, como parte de un programa en el que los
Musgir participaron voluntariamente. De este modo, son una versión
genéticamente modificada (diminutos, de piel lisa y sin alas) de los
Musgir. Más adelante, otras razas Miminu fueron creadas de células
fabricadas por los Kingú. Hay varias clases de ellos en diferentes
regiones. Aquellos que están asociados con Tiamate, y que para eso
fueron creados por los Kingú son más grandes que los otros, y poseen
cabello. Según Parks, los Mìmínu poseen bases «en las cuatro esquinas de
nuestro universo», y menciona que las Amasutum les tenían horror,
debido a las maneras cínicas e irrespetuosas, así como glaciales de
estos enanos. En cuanto a su psique, no era sofisticada como la nuestra.
Los Miminu han sido concebidos sin ninguna belleza exterior. Eran todos
pequeños, tenían un color gris, sin orejas, sin párpados, sólo dos
agujeros como nariz y sin labios. Ellos miraban fijamente con grandes
ojos negros alargados, que eran vacíos, fríos y sin emoción. La historia
que recibió Parks termina hace más
de 2.000 años. En consecuencia, no sabemos qué ocurrió exactamente con
los Miminu después, ya que su destino parece haber cambiado de alguna
forma. Parecen poseer una especie de autonomía que no tenían hace unos
mil años. LOS UKUBI («Simios»). Los Ukubi fueron creados por los Kingú
como alimento (tal como nosotros tratamos a nuestro ganado), y más tarde
por las Ama’argi para cumplir con las órdenes de los Kingú Reales,
quienes las controlaban muy estrictamente en ese tiempo. Pero Nammu
clandestinamente mejoró la raza, concediéndoles autonomía, para que
pudieran defenderse en contra de los Kingú. Parks encontró un texto
sumerio que apoya esta afirmación: «Ellos eran feos y amenazadores,
dispersos hasta los rincones del mundo, en la entrada al mundo
subterráneo. Ellos también parecían solitarios, sostenidos en sus
emplazamientos, solos y aislados, pero pareciendo lo suficientemente
amenazadores. Pequeños y oscuros medio-hermanos y hermanas. Por lo
tanto, esto debe haber sido una creación diferente e impropia de Nammu
con otro dios, pero quizás también una creación experimental de los
dioses…». (Extracto de la tablilla sumeria «Cómo Eligió Ereskigal el
Mundo de Abajo»). LOS ADAMU («Bestias – Colonizadas»). Los primeros Adam
fueron una combinación genética del humano original y el simio. Podemos
distinguir a los Saggiga («Esclavos Negros»), y a los Lúbar («Hombre
Blanco»). Sa’am estaba continuando lo que su madre había hecho con los
simios. Una primera versión de humanoide, creado como
obrero del Edin, era una mezcla de Ukubi, Ama’argi y Kingú Verde. Tenía
piel negra y, como herencia de las Ama’argi, también tenía cola. Los
Kingú no tenían responsabilidad por esta creación. Sus células fueron
incluidas para marcar la dominación de los Usumgal-Anunna sobre los
Kingú, es decir, para humillarlos. Después de esto, Saam, con el apoyo y
ayuda de su madre y dos hermanas, mejoraron clandestinamente la raza,
bajo las narices de An y Enlil. Ellos agregaron células de los Namlu’u,
dando origen al Saggiga, más humanizado. Los Kingú, entonces, le
pidieron a Sa’am que agregara genes de Kingú Albino a los Saggiga,
resultando el Lúbar, un humano de piel blanca pensado para marcar su
supremacía, dominando a los negros. El nombre Lúbar («Hombre Blanco»),
se presta para un juego de palabras con Lúbara («Hombre Soberano»), y
Lúbarara («Alienígena» o «Extranjero»). Enki y sus asociados volvieron a
mejorar clandestinamente a estos seres, para darles más autonomía.
Estas son las primeras razas humanas, no las de hoy en día.
RECOPILACION INVESTIGATIVA: ING. REYNALDO PEREZ MONAGAS
FUENTE https://rey55.wordpress.com
RECOPILACION INVESTIGATIVA: ING. REYNALDO PEREZ MONAGAS
FUENTE https://rey55.wordpress.com
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