¿Qué hábitos debes desarrollar para conservar –y aumentar– tus poderes cognitivos?

Científicos revelan qué debemos hacer si queremos conservar nuestra capacidad para procesar y entender la información del mundo que nos rodea


Aunque ahora nos resulte difícil de creer, hasta hace algunos años, la esperanza de vida a nivel mundial era de aproximadamente 40 años. Hoy en día es de unos 70 y, en la medida en que la longevidad ha aumentado, también ha surgido un interés científico por descubrir cómo podemos conservar nuestra lucidez, de tal manera que tener una expectativa de vida más larga no necesariamente implique mayores índices de desórdenes congnitivos. 
La palabra cognición, proviene del latín “cognoscere”, refiere a la capacidad que los seres humanos tenemos para procesar la información del mundo que nos rodea a través de la percepción sensorial y los órganos del cerebro. Esto implica procesos como la memoria, el aprendizaje, la atención, el razonamiento, la solución de problemas, la toma de decisiones y cómo procesamos el lenguaje. 
De acuerdo con los científicos cognitivos adoptar y practicar ciertos hábitos ayuda a la neurogénesis, es decir, las células del sistema nervioso central, como neuronas y gliales. Además permite la creación de nuevas conexiones neuronales, lo cual a su vez mejora nuestra cognición en general y nos mantiene positivos y alerta. ¿Pero qué es lo que debemos hacer? 

1. Celebrar las pequeñas victorias
El cerebro no distingue entre el progreso y la percepción de progreso. Por otro lado, experimentar éxito o fracaso influye fuertemente en nuestras emociones. Así que de acuerdo a los científicos, entre más celebremos nuestras pequeñas victorias y nos sintamos bien más nos predispondremos al éxito, pues el entusiasmo es una fuente de energía e inspiración.

2. Mantener alguna actividad física
No es necesario convertirse en un atleta para mantener la salud mental; unos 20 minutos de actividad diaria pueden ser suficientes para mejorar las habilidades de procesamiento de información y memoria. Básicamente, al hacer ejercicio el ritmo cardíaco se incrementa y el oxígeno llega al cerebro más rápidamente, lo cual provoca un incremento en la velocidad a la que se desarrollan las células. En un estudio realizado por la Universidad de Illinois se encontró que los niños que se ejercitaban regularmente desarrollaban mayor habilidad para bloquear la información irrelevante y concentrarse en una tarea. 

3. Buscar nuevos retos y experiencias
Esencialmente, si un órgano no se usa se atrofia, así que lo mejor que podemos hacer por nuestros cerebros es usarlos. Aprender cosas nuevas y desarrollar habilidades constantemente estimula partes de este órgano que de otra manera se activarían muy esporádicamente, conllevando el deterioro. Embarcarse en el aprendizaje de un nuevo idioma, instrumento musical o pasatiempo puede ser útil en este sentido. 

4. Cultivar una buena postura
En una investigación preliminar hecha por la Universidad de Harvard se descubrió que la gente que se sentaba en posiciones encorvadas tenía menos probabilidades de alzarse en defensa de sí mismos. Esto es particularmente relevante porque los participantes adoptaban muchas de estas malas posturas como consecuencia de agachar la cabeza para usar un smartphone o tablet. “Desde un punto de vista puramente cognitivo colocarnos en una posición encorvada que expresa debilidad e impotencia  predispone a nuestro cerebro a la desesperanza".

5. Evitar dormir con el teléfono cerca
Diversos análisis indican que hay una relación entre la luz emitida por las pantallas electrónicas de los teléfonos inteligentes y los trastornos del sueño. Interrumpir o cambiar los patrones de sueño es sumamente perjudicial, ya que necesitamos dormir de 6 a 8 horas para completar el ciclo de liberación de neurotoxinas. No hacer esto incrementa los riesgos de sufrir enfermedades como el Alzheimer. 

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