Las reglas de vida de León Tolstói


“Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera”.
-León Tolstói
Comenzar un libro con una frase tan poderosa como la presentada arriba no es algo simple. Encontrar las palabras perfectas para poner en papel una idea de tal calibre requiere de años de formación literaria para que el número exacto de palabras sea el que lleve a conformar una frase. El escritor busca entretener al lector con la cantidad justa de palabras, cada una acomodada de tal manera que el gusto sea estético, sintáctico y literario. León Tolstói fue quizás uno de los escritores más importantes a nivel mundial; fue capaz de crear obras de más de mil páginas en las que cada oración estaba estratégicamente dispuesta.
Leon Tolstoi
Hablar de la distribución de las frases en novelas épicas como las de Tolstói es hablar de su forma de vida. El autor pasó gran parte de sus años escribiendo, y para eso tuvo que regimentar sus horas y actividades para encontrar el tiempo, la fuerza y la inspiración que lo llevarían a desarrollar esas potentes bombas literarias que heredó a la humanidad.
Estas son las reglas de vida que Tolstói intentaba obligarse a seguir desde los 18 años:
Despertar a las cinco en punto.
No irse a la cama más tarde que a las 10 en punto.
Dos horas de siesta son permitidas durante el día.
Comer moderadamente.
Evadir comidas dulces.
Caminar una hora cada día.
Llevar a cabo todo lo que uno se dispone a hacer.
Amar aquellos a quienes se puede servir.
Evitar toda opinión púbica que no esté basada en la razón.
Hacer solo una cosa a la vez.
No permitir los vuelos de la imaginación a menos que sea necesario.
Visitar burdeles máximo dos veces al mes.
Leon tolstoi guerra paz
Esto puede ser una muestra del genio de un escritor en crecimiento, quien intentó llevar una vida de la forma más acética posible, que intentó vivir una vida religiosa sin creer en una fuerza suprema y que dio prioridad a los placeres intelectuales antes que a los carnales. Mientras creció, la lista se modificó y algunas cosas fueron incluidas.
Nunca mostrar emociones.
Dejar de preocuparse por la opinión de otras personas.
Hacer buenas acciones discretamente.
Alejarse totalmente de las mujeres.
Suprimir la lujuria trabajando arduamente.
Ayudar a los menos afortunados.
Aunque es parte del imaginario colectivo pensar que si las grandes mentes tenían un régimen, éste siempre cumplido, Tolstói, en realidad no se pudo alejar de las mujeres, prueba de ello son sus 14 hijos. Las autobiografías muestran que solía romper sus reglas. La de levantarse temprano fue una de las más comunes, pero eso no niega lo que el autor buscaba era vivir de forma plena y crear obras que llegaran a ser excepcionales, justo lo que hizo.
FUENTE culturacolectiva.com

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