“¿Conoces las diferencias entre egregores, larvas y cascarones?”






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Existen cierto tipo de criaturas energéticas no humanas que son creadas por el hombre. Estas criaturas o entes energéticos suelen denominarse “Egregores” en su generalidad, pero este nombre no siempre es correcto, porque el ser humano es capaz de crear inconscientemente otros seres vivos, de distintas maneras.
Los Egregores se generan a partir de la reunión de varios seres humanos motivados por la misma pasión, como por ejemplo, el deporte, más comúnmente el futbol. Cuando el Ente energético es generado por acción de una sola persona, es más correcto hablar de “Cascarones”. Cuando se le adosan, vampirizándolo, entonces hablamos de Larvas.

Ambos, Egregores y Cascarones (dejemos de lado las Larvas) tienen en común su creación energética por el ser humano y además, su incremento de vitalidad a partir de alimentarse de las emociones desatadas de las personas. Estas emociones generan campos electromagnéticos de altísima vibración que trascienden el cuerpo físico del humano, se transforman en criaturas energéticas, se alimentan de sus estados descontrolados y terminan vampirizándolo.
Generalmente, se designan con el nombre de Egregores a dichas emisiones energéticas que acompañan a los seres humanos que no tienen un marcado control sobre sí mismos y prefieren las impurezas y la contaminación, a la limpieza, a la sanidad espiritual y al control de sus emociones. Pero esto no siempre es así, porque los Egregores prefieren las grandes emisiones energéticas y por eso rodean las expresiones grupales de las personas descontroladas; por ejemplo, las hinchadas de fútbol.
Estos Egregores son los responsables de la violencia que se genera espontáneamente en estos grupos, cuyos integrantes, tomados como seres humanos individuales, probablemente no sean capaces de matar una mosca. Se comportan como individuos normales y socialmente adaptados, siendo que en grupo dejan salir pasiones que son hábilmente manipuladas por el Egregor y a veces, retransmitidas al equipo deportivo que alientan.
Tomando energía de la expresión grupal, forman parte de la llamada “mística” de los fanáticos del futbol, por ejemplo, y fomentan la realimentación a sus víctimas, estimulándolos de forma de obtener de ellos mayores cantidades de energía debida a la expresión descontrolada a la que los llevan. Esto les da poder y les garantiza permanencia y vitalidad, a expensas de la energía exteriorizada por la hinchada.
Esto sucede en todas las manifestaciones de los grupos humanos; se creaban durante los discursos de Hitler y es el motivo de la existencia de políticos “adictos a los discursos” frecuentes y de larga duración, porque de esa forma estimulan las expresiones emocionales de su público, de las cuales se realimentan y así se genera un círculo vicioso que se vuelve adictivo, tanto del público como del discursante, quienes luego “extrañan” sentir el proceso de movimiento de energía cuando no se produce.
Lo más común de encontrar, refiriéndonos a casos individuales, son los Cascarones y la Larvas. Tenemos que diferenciar a ambos tipos de criaturas, su origen y su comportamiento. Los Cascarones son seres vivos, criaturas no humanas pero creadas por el hombre, que pertenecen a la Tribu Burdo-Burdo-Aire.
En otros artículos de este blog he hecho la distinción entre los elementos Burdos –más materiales- y los Sutiles –más espirituales-, así como que los Elementos creadores del mundo vivo se pueden clasificar en cuatro divisiones: Aire – Tierra – Fuego – Agua (los 4 Elementos). De allí el nombre de “Elemental” asignado a cualquier criatura de estos Reinos, que poseen a su vez, cada uno, 18 Tribus y sus correspondientes Sub-tribus.
Volviendo entonces al tema, los Cascarones pertenecen a la Tribu Burdo-Burdo-Aire mientras que las Larvas son de la Tribu Sutil-Agua-Fuego, aunque sus efectos sobre el ser humano son parecidos. Otra diferencia es que los Cascarones son creados por el hombre y lo acompañan sirviéndose de su energía vital mientras que las Larvas son de naturaleza acuática e independiente del hombre, pero igualmente parasitan al ser humano.
Otra diferencia es que las Larvas habitan ambientes tibios cuya temperatura sea mayor a los 20 grados centígrados, porque necesitan temperatura y humedad (son Seres de Agua) mientras que los Cascarones se adhieren al hombre y son indiferentes a la temperatura, por ser Seres de Aire.
Los Cascarones son creados por desprendimientos psíquicos negativos, como el miedo, la ira, la violencia, el dolor, el odio, todas situaciones identificables por los Arcanos del Tarot. Estas energías constituyen un exceso del comportamiento psíquico de la persona.
Normalmente emanan sin mayores problemas desde el ser humano y en lugar de disolverse en la atmósfera que lo rodea, pueden concentrarse y así tomar identidad propia, es decir, convertirse en un ser vivo paralelo a la persona y como parte de la persona. A veces la persona los siente presentes y piensa que ha sido objeto de una “brujería” que la entorpece, siendo que han sido creados por las emociones de la misma persona.
Este fenómeno de emanación psíquica es muy comúnmente observado en las relaciones sexuales sin amor, en las cuales predomine la pasión y el deseo animal. En estos casos, multitud de seres energéticos absorben golosamente la energía desprendida y a su vez, estimulan la emisión al influenciar los estados alterados de los participantes; o en otros casos, induciendo sueños eróticos casi reales en personas que así les brindan su alimento.
Los Cascarones no asumen formas propias, sino que se manifiestan como una nube oscura que rodea al individuo y no son capaces por sí solos de tener algún tipo de lenguaje que pueda interactuar con el personaje que actúa como huésped.
A veces se adormilan para ahorrar energía vital, respondiendo a ciclos de acción/inacción que se relacionan con los ciclos biorrítmicos de la persona que los ha creado. En otros momentos, se activan y pueden ser notados actuando sobre los estados psíquicos de la persona, otras veces alterando el funcionamiento de aparatos electrodomésticos, quemando las lamparitas cuando la persona va a encenderlas o generando mal olor en el entorno a la persona.
En ocasiones, dependiendo del origen energético que las ha creado, afectan a la persona, le causan bajas en sus estados metabólicos, cansancio, malestares o ambos extremos (depresión o violencia), todos descontroles emocionales y hasta enfermedades de difícil diagnóstico médico, donde todos los análisis dan correctos, pero la persona se siente terriblemente mal.
Lo notable de estos Cascarones es que reaccionan violentamente ante las solicitaciones de exorcismos y sanaciones, cuando son convocados; de aquí surge que son seres vivos de independencia intelectual, a pesar de no manifestarse como tales si no son provocados a ello.
Constituyen criaturas de cierta adaptación e interacción social entre ellas, buscando formar colonias, en las cuales cada uno de los Cascarones adopta una función determinada, colonias en que todos ellos pueden contribuir (como se suman los voltajes de los vasos de una batería eléctrica) apoyándose para obtener poder físico y ser capaces de emitir ruidos o palabras o frases cortas que se repiten constantemente y que afectan a la mente de la persona, estimulándola a cometer actos violentos.

Muchas veces estas personas se han manifestado asesinando a otros y luego excusándose en que no podían descansar y estaban agotados al escuchar en su mente, palabras que las incitaban a cometer el acto violento, aún a veces, contra personas de su afecto y cercanía, lo que constituye un enigma para el típico desconocimiento y la falta de comprensión de tales hechos por parte de la Psicología convencional y la Justicia humana.
Los Cascarones crecen en tamaño y poder absorbiendo energía psíquica, induciendo a la persona a vibrar en sus frecuencias fundamentales a fin de sintonizarse y tener mayor poder de captación de energía (como un receptor y un transmisor de radio, TV o celular). Esto hace que “engorden”, se refuercen y se vuelvan aún más poderosos.
Cuando la persona tiene la tendencia a comunicar su estado, sus preocupaciones, angustias y problemas a otras personas, permite que se expulse por vía oral dicha energía y entonces tiene menos tendencia a generar Cascarones; en otros casos, las personas calladas, que sufren en silencio y se encierran en sus estados depresivos, acumulan este tipo de energía perjudicial en lugar de liberarla hacia la atmósfera.
La purificación de las personas y de los lugares que habitan, es una forma sencilla de desprender estos organismos parásitos; hay personas que los generan con mayor facilidad y otras que no tanto. La tristeza, la angustia y la depresión son los elementos que mantienen la creación potencial de estos Cascarones, que no permitirán que la persona salga adelante justamente porque les conviene alimentarse de su energía.
Los medios más comunes que se utilizan para “engordar” a estas criaturas, es decir las frecuencias vibracionales que mejor las alimentan son el sexo desenfrenado y el miedo. En la Cuarta Dimensión, el miedo es la moneda corriente de captación de energía vital, por lo que tanto Espectros como seres vivos inteligentes, pero demoníacos, hacen de esta dimensión astral su preferida para habitarla.
Cuanto más miedo siente la persona, más energía emite y más se debilita, al grado de que ciertos Cascarones generados por el miedo se especializan en generar miedo en otras personas cercanas, para atemorizarlas y alimentarse de sus emisiones de energía a través del pánico y el descontrol emocional.

¿Cómo se visualizan estos Cascarones? Por lo general, no toman una forma definida, sino como una pequeña nube oscura de energía, que puede habitar en casas abandonadas donde se ha vivido situaciones muy díficiles (asesinatos, violaciones, sufrimientos agudos, torturas), hospitales cerrados, cárceles y todos los lugares donde ha habido intenso sufrimiento humano.

Los Cascarones suelen ser a veces confundidos con Espectros (seres que han fallecido y aún permanecen apegados al plano Tierra) y pueden detectarse por cambios de temperatura inusuales. En cuanto a la descripción de las Larvas, a fin de no extender la longitud del artículo, serán tratadas en otro artículo, junto con otros “personajes” similares del mundo energético.
El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo
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