VIBRAR ALTO ES PROPAGAR LA ALEGRÍA

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Parece que el secreto para ser feliz es elevar nuestras vibraciones, bien, ¿ y cómo hago eso? ¿ cómo elevo mis vibraciones? Verás a continuación que la cosa es bien sencilla, porque al final vibrar alto es propagar la alegría…
Empezaremos por aclarar que es más exacto decir “elevar las vibraciones” que “elevar mis vibraciones”. Resulta que si ayudas a alguien a elevar vibraciones, estás elevando a la vez las “tuyas” pues no estamos separados unos de otros, hay una conexión entre todos los seres.
Hay dos cosas que tenemos que tener claras respecto a este asunto:
1) No es necesario que hagas nada, simplemente fluye según lo que tu Corazón te inspire, haz aquello que te alegre y te haga sentir bien.
2) Como todo está conectado, una forma de elevar tus vibraciones es ayudando a cualquier ser a sentirse mejor. Elevar las vibraciones de cualquier ser o del mundo es lo mismo que elevar tus vibraciones: una cosa lleva a la otra. También, al elevar ‘tus’ vibraciones estás elevando las vibraciones de toda la Creación.
Ahora veamos algunos ejemplos de métodos simples para elevar las vibraciones.
Según las circunstancias y el impulso del momento, nos irá mejor con unas maneras u otras de elevar la vibración.
Si estás atento a tus intuiciones entonces escucharás los susurros de tu Corazón. Si no estás seguro de qué hacer, haz lo que te parezca más sensato y amoroso, y lo que te haga feliz.
Recuerda que no puedes fallar porque la Vida está configurada para elevar las vibraciones espontáneamente. Nosotros podemos poner de nuestra parte para acelerar o desacelerar este proceso.
Es muy fácil manejar nuestra frecuencia energética, lo hacemos constantemente incluso sin darnos cuenta.
Formas de subir (¡y de bajar!) las vibraciones: escuchando música, cantando, bailando, caminando, corriendo, jugando, riendo, viendo un documental, tomando el Sol, pintando, pronunciando frases, escribiendo, leyendo, amando, respirando, imaginando…
Si escuchamos música que nos inspira, nos relaja o nos hace felices, entonces estamos elevando nuestras vibraciones. Si por el contrario nos ponemos a escuchar música que nos pone nerviosos, entonces no las estamos subiendo tanto…
Ver un documental puede ser inspirador si nos hace sentirnos bien. Por el contrario si el documental incita al miedo, entonces quizás nuestra voz interior nos susurre alguna otra cosa mejor que hacer. De todas formas los miedos no son malos: puedes observar el miedo cuando surge, amarlo y ver el mensaje que ese miedo tiene para ti.
Pronunciar frases también ayuda a manejar las vibraciones. Pensar o decir en voz alta una frase que nos haga sentir bien, es maravilloso para elevar las vibraciones.
Por ejemplo pensar o decir: “¡Qué feliz soy!”, o “Yo Soy Divino”, son frases con una energía vivificadora que eleva las vibraciones. A nuestra mente acudirán frases inspiradoras si nos ponemos a ello.
Dos trucos buenísimos para elevar vibraciones son el Amor y el Agradecimiento (que es una forma de Amor).
Envías Amor y se elevan las vibraciones, tuyas y del mundo.
Envíate Amor a ti mismo, a otras personas y al mundo. ¡Es una forma muy rápida de elevarse! Al agradecer por las cosas buenas que ves en tu vida, elevas las vibraciones de una manera rápida y maravillosa.
Sería muy interesante que cada vez que nos sorprendamos pensando o diciendo algo negativo sobre nosotros mismos o sobre el mundo, lo compensemos enviándonos amor a nosotros y al mundo, y pensando (o diciendo) otra frase que sea más positiva que la anterior.
Es muy bueno estar atento a las intuiciones. A veces nos viene alguna sensación buena y es sabio aprovecharla y regocijarnos en ella. En cada Momento hay tesoros que al vibrar con ellos elevan nuestra vibración. Este Momento es tan bueno como cualquier otro Momento de la eternidad.
Los momentos ‘malos’ también son una fuente de oportunidades. Nos enseñan mucho y nos preparan para percibir nuevos panoramas, o nos invitan a reflexionar más profundamente en la Vida y en Lo que Somos.
Si sentimos miedo o tristeza, podemos simplemente observar esa energía, contemplar atentamente ese sentimiento.
El mero hecho de observarlo nos ayuda a desidentificarnos con esa sensación: si podemos observarlo es que no somos nosotros.
Los sentimientos, sean ‘buenos’ o ‘malos’, son como nubes que pasan, son como personajes de una película. Vienen y se van. Al observarlos podremos captar el mensaje que nos traen.
No importa si no lo captamos conscientemente, algo sucede en nuestro interior. Observar es algo mágico.
El ojo ve su entorno pero es incapaz de verse a sí mismo (sólo puede ver su reflejo en algún espejo, pero no es el ojo mismo sino un reflejo).
De la misma manera, si logramos observar algo, eso significa que lo que observamos no somos nosotros (o sea: que nosotros Somos muuuuucho más que eso que observamos).
Si observamos la tristeza, entonces significa que no somos esa tristeza, esa tristeza es meramente una ‘nube’ que pasa. Viene y se va. En el fondo de todo está nuestra Esencia, observándolo todo. Nuestra Esencia Inmortal, que está más allá del miedo y la tristeza y que lo observa todo desde la Paz que ES.
En el fondo, el miedo y la tristeza son la misma energía que el amor y la alegría, pero vibrando en una octava inferior. El mero hecho de observar esos sentimientos ayuda a elevar la frecuencia vibratoria y subirlos de octava.
La Vida es UNIDAD. Todo forma parte de la UNIDAD. Todo nos conduce a la UNIDAD. Incluso el miedo, la tristeza, el desánimo, al observarlos no pueden sino conducirnos hacia Aquello de donde provienen: la UNIDAD. Todas las energías provienen de la UNIDAD.
Como Alquimistas Mágicos que Somos, conociendo esta Verdad de la UNIDAD, podemos transmutar el miedo en valentía, la tristeza en alegría, el desánimo en felicidad, el odio en amor, la fealdad en belleza, la ignorancia en sabiduría. Podemos transmutarlo todo porque la Vida es UNIDAD.
Fluye, juega, haz aquello que te inspire, aquello que proporcione alegría a tu alrededor. ¿Quieres elevar vibraciones?
Haz sonreír a alguien, eso eleva vibraciones de manera mágica. Simplemente déjate fluir. La vida fluye perfectamente; date cuenta de esto.
Darte cuenta de que la Vida te protege porque eres Unidad con la Vida, es algo que eleva inmensamente la vibración.
Conocer y sentir la Verdad te eleva y te libera.
Sucede de manera espontánea, no tienes que hacer nada. Así que si insistes en ocuparte de algo, ocúpate simplemente en procurar ser feliz.
Sigue los susurros de tu Corazón y haz brillar la felicidad y el amor en ti y a tu alrededor. Ayuda esa ancianita que ves que trata tímidamente de cruzar la calle, crea amor a tu alrededor.
Mejor aún: date cuenta de que tras esa apariencia de ‘ancianita’ lo que hay es una Diosa jugando; ama en ella al Jugador Divino participando del Juego a su manera. ¡Juega y pásalo bien!
La Vida te ama y se alegra cuando te permites pasarlo bien y ser feliz. Si tú eres feliz, la Vida lo es. Al ser feliz estás expresando felicidad para toda la Vida, ¡pues todos los seres estamos unidos!
Juega, sé feliz y date cuenta de que todo es perfecto tal como está fluyendo momento a momento. ¡Abre los ojos!

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