Sobre el fenómeno de los trabajos de mierda en plena “sociedad del conocimiento”

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Debido al “desempleo tecnológico”, como dijo Keynes, corremos el peligro de encontrarnos así en sociedades donde millones de personas se habrán vuelto superfluos, porque habrán sido expulsados del sistema productivo – u ocuparán sólo lo que David Graeber llama “bullshit jobs” [“trabajos de mierda”], empleos improductivos mantenidos con el único propósito de evitar la revuelta social. (Alain de Benoist)
Entonces cuáles son estos nuevos trabajos, exactamente? Un estudio reciente comparando la situación del empleo del siglo pasado el número de trabajadores/as empleados/as como personal de servicio doméstico, en la industria y en el sector agrícola se ha desplomado de forma  dramática. Al mismo tiempo, las categorías de “profesionales, directivos,  administrativos, comerciales y trabajadores de servicios varios” han triplicado sus números, creciendo “de un cuarto a tres cuartos del empleo total”. En otras palabras, los trabajos productivos, exactamente como se predijo, han sido en gran parte sustituidos por procesos automatizados (incluso si contamos a los/as trabajadores/as de la industria globalmente, incluyendo a las masas trabajadoras en India y China, el número de estos/as trabajadores/as sigue estando lejos de alcanzar el gran porcentaje de la población mundial que suponía antes).
Pero en lugar de permitir una reducción masiva de horas de trabajo que permitiera a la población mundial dedicarse a la consecución de sus propios proyectos, placeres, visiones e ideas, hemos visto la inflación no tanto del sector “servicios” como del sector administrativo, incluyendo la creación de industrias enteras como la de los servicios financieros o el telemarketing, o la expansión sin precedentes de sectores como el del derecho empresarial, la administración educativa y sanitaria, los recursos humanos y las relaciones públicas. Y estas cifras ni siquiera reflejan a todas aquellas personas cuyo trabajo consiste en proporcionar soporte administrativo, técnico o de seguridad para estas industrias, o, es más, todo un sinfín de industrias secundarias (paseadores de perros, repartidores nocturnos de pizza), que sólo existen porque todo el mundo pasa la mayoría de su tiempo trabajando en todo lo demás.
Estos son a los que yo propongo llamar trabajos de mierda.
Trabajos absurdos.
Es como si alguien estuviera por ahí inventando trabajos inútiles por el mero hecho de mantenernos a todos/as trabajando. Y aquí, precisamente, radica el misterio.
 La clase dirigente se ha dado cuenta de que una población feliz y productiva con  tiempo libre es un peligro mortal (piensa en lo que comenzó a suceder cuando algo sólo moderadamente parecido empezó a existir en los años 1960). Y, por otro lado, la sensación de que el trabajo es un valor moral en sí mismo, y que cualquiera que no esté dispuesto/a a someterse a algún tipo de intensa disciplina laboral durante la mayor parte de su tiempo no se merece nada, es extraordinariamente conveniente para ellos/as.
Hay una profunda violencia psicológica en todo esto. ¿Cómo puede uno empezar a hablar de dignidad en el trabajo cuando secretamente siente que su trabajo no debería existir? ¿Cómo puede este hecho no crear una sensación de profunda rabia y de resentimiento?
Fuente y artículo completo en: CNT Malaga (link)
Visto en : Comunicación Cybermedios

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