Trump declara la guerra
vozpopuli.com
Paul Craig Roberts
El
breve discurso inaugural del presidente Trump fue toda una declaración
de guerra contra la totalidad del American Ruling Establishment (grupo
dominante estadounidense compuesto por el partido democrático, el
partido republicano y medios de comunicación).
Trump dejó muy claro que los mayores enemigos de los estadounidenses están en casa:
los defensores de la globalización, economistas neoliberales,
neoconservadores y otros unilateralistas acostumbrados a imponer el
dominio de los EEUU en el mundo e incluirlos en guerras costosas e
interminables, políticos que sirven al Ruling Establishment más que al
pueblo estadounidense, de hecho, son la cubierta de todos los intereses
privados que ha hundido a Estados Unidos mientras que ellos se
enriquecían en el proceso.
Sinceramente, Trump ha declarado una guerra más peligrosa para sí mismo que si se la hubiera declarado a Rusia o China.
Los
grupos de interés que Trump califica como «El enemigo» están muy
arraigados y acostumbrados a estar al mando. Sus poderosas redes todavía
existen. Aunque sigue habiendo mayorías republicanas en la Cámara de
los Representantes y en el Senado, muchos de los que están en el
Congreso dependen de los grupos de interés dirigentes que financian sus
campañas y no del pueblo estadounidense o el Presidente. El complejo
militar/de seguridad, las sociedades externalizadas, Wall Street y los
bancos no van a entregarse a Trump. Tampoco lo hará la prensa
independiente, la cual pertenece a los grupos de interés a los cuales
este desafía.
Trump dejó claro que está ahí para todos
los estadounidenses, ya sean blancos, morenos o negros. Las pequeñas
dudas que surgieron de su declaración de inclusión son aquellas que
ignorarán los de izquierdas, que le seguirán llamando racista tal y como
lo están haciendo los manifestantes que cobran 50 $ por hora mientras
yo escribo esto.
De hecho, el liderazgo negro, por ejemplo, ha adquirido un papel victimista del cual les va a ser difícil desprenderse. ¿Cómo
vamos a juntar a las personas que han aprendido a lo largo de su vida
que los blancos son racistas y que ellos son sus víctimas?
¿Es
posible hacerlo? Acabo de participar brevemente en un programa con
Press TV en el cual debíamos analizar el discurso inaugural de Trump. El
otro comentarista era un afroamericano que vivía en Washington, DC. El
discurso de inclusión de Trump no le impresionó y el presentador solo
estaba interesado en mostrar los manifestantes contratados para
desacreditar a los Estados Unidos. Por lo tanto, hay mucha gente que
tiene un interés económico en hablar en nombre de las víctimas a las
cuales la inclusión les deja fuera de trabajos y causas.
Así
que, junto con los defensores de la globalización, la CIA, las
sociedades externalizadas, la industria armamentista, la OTAN dominante
en Europa y los políticos extranjeros acostumbrados a que se les pague
bien por apoyar la política exterior intervencionista de Washington,
Trump tendrá desplegados contra él a los líderes de las víctimas, los
negros, los hispánicos, los feministas, los ilegales, los homosexuales y
los transgénero. Esta lista, por supuesto, incluye también a los
blancos liberales, ya que están convencidos de que el interior de
Estados Unidos es el hábitat de los blancos racistas, misóginos,
homófobos y defensores de las armas. En lo que a ellos respecta, este 84
% de la superficie estadounidense debería estar en cuarentena o
enterrada.
¿Quedará algo de bondad en la población que permita a un Presidente unir ese 16 % que odia Estados Unidos con el 84 % de los que adoran Estados Unidos?.
En otras palabras, ¿quedará algo de
bondad en la población que permita a un Presidente unir ese 16 % que
odia Estados Unidos con el 84 % de los que adoran Estados Unidos?. Observe las fuerzas que están en contra de Trump:
Los líderes negros e hispánicos necesitan ser víctimas ya que esto es lo que les lleva al poder y a los ingresos.
Ellos serán un prejuicio para la inclusión de Trump. La inclusión es
buena para los negros y los hispánicos, pero no para sus líderes.
El complejo militar/de seguridad tiene un presupuesto anual de 1000 mil millones que dependen de la «amenaza rusa», la cual Trump dice que va a reemplazar por relaciones normalizadas. El asesinato de Trump no se puede descartar.
Los ejecutivos y accionistas de las
sociedades globales se han enriquecido gracias a los trabajos
externalizados que Trump dice que traerá de vuelta. Si los trabajos
vuelven al país, sus beneficios, rendimiento y ganancias capitales se
perderán. Pero, en cambio, volverá la seguridad del pueblo
estadounidense.
El complejo militar/de seguridad tiene
un presupuesto anual de 1000 mil millones que dependen de la «amenaza
rusa», la cual Trump dice que va a reemplazar por relaciones
normalizadas. El asesinato de Trump no se puede descartar.
Muchos europeos deben su prestigio, poder y beneficios a la OTAN, la cual Trump ha cuestionado.
El
beneficio del sector financiero emana casi por completo de poner a los
estadounidenses en servidumbre por deudas y de saquear sus pensiones
públicas y privadas. El sector financiero junto con su agente, la
Reserva Federal, pueden aplastar a Trump con una crisis financiera. El
Banco de la Reserva Federal de Nueva York tiene una mesa de operaciones
completas. Puede sumir cualquier mercado al caos. O apoyar a cualquier
mercado, ya que su habilidad de crear dólares estadounidenses no tiene
límites.
Todo el edificio político estadounidense se ha aislado de la voluntad, los deseos y las necesidades del pueblo.
Ahora Trump dice que los políticos serán quienes rindan cuentas con el
pueblo. Esto, por supuesto, supondría un gran descenso en su seguridad
durante el ejercicio y en su beneficio y riqueza.
Hay
un gran número de grupos, fundado por no sabemos quién. Por ejemplo,
RootsAction ha respondido hoy al fuerte compromiso de Trump de
representar a toda esa gente en contra del Ruling Establishment con la
solicitud de «pedir al Congreso que ordene al Comité Judicial de la
Cámara de Representantes que abra una investigación de impugnación» y
envíe dinero para la impugnación de Trump.
Otro grupo
discriminatorio, Human Rights First, ataca la defensa de Trump de las
fronteras como el cierre de «un refugio de esperanza para aquellos que
huyen de una persecución». Pensemos en esto un momento. Según la
izquierda progresiva liberal y las organizaciones de grupos de interés
racial, los Estados Unidos están formados por una sociedad racista,
justo lo que es el presidente Trump. Sin embargo, ¿la
gente que sufre el racismo de los estadounidenses está huyendo de esta
persecución a Estados Unidos donde se les persigue por su origen?
No tiene sentido. Los ilegales van a Estados Unidos a trabajar.
Preguntemos a las constructoras. Preguntemos a los pollos y los animales
de los mataderos. Preguntemos a los servicios de limpieza de las áreas
vacacionales. Esta lista de aquellos a los que Trump ha declarado la
guerra es larga, aunque aún se pueden añadir más.
Debemos
preguntarnos por qué un billonario de 70 años con negocios
florecientes, una mujer preciosa e hijos inteligentes desea pasar los
últimos años de su vida sufriendo el estrés de ser Presidente, con el estresante programa necesario para devolver el gobierno al pueblo estadounidense. No cabe duda de que Trump se ha convertido un blanco de atentados.
La CIA no va a rendirse y marcharse. ¿Por qué una persona asumiría la
gran restauración de Estados Unidos que Trump ha declarado cuando, por
el contrario, podría pasar el resto de sus días disfrutando enormemente
de sí mismo?
Sea cual sea la razón, deberíamos estar
agradecidos por ello, y si él es sincero, entonces deberíamos apoyarle.
Si es asesinado, debemos recurrir a las armas, quemar Langley y matar a
todos y cada uno de ellos.
Si él tiene éxito, entonces se merece la designación de Trump el Grande.
Rusia,
China, Irán, Venezuela, Ecuador, Bolivia y cualquier otro país que
aparezca en la lista negra de la CIA deberían entender que el ascenso de
Trump es una protección insuficiente. La CIA es una organización
internacional. Sus beneficiosos negocios proporcionan ingresos más allá
del presupuesto de los Estados Unidos. La organización es capaz de
realizar operaciones independientemente del Presidente o su Director.
La CIA ha tenido 70 años para consolidarse. Y no ha desaparecido.
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