Sorprendente: Genes ayudan a científicos a confirmar la «vida» después de la muerte
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Los científicos han hecho un descubrimiento «innovador» después de confirmar que hay «vida» después de la muerte en un nuevo estudio. Los expertos han encontrado que «cientos de genes con diferentes funciones despertaron después de la muerte, incluidos los genes de desarrollo fetal».
Los científicos han descubierto que después de que una persona muere, hay ciertos genes que de hecho regresan a la vida y luchan para traer a la persona de regreso de la muerte.
Los científicos han descubierto que Gene expression (expresión genética) es el proceso mediante el cual la información de un gen se utiliza en la síntesis de un producto funcional de genes, estos productos son a menudo aumento de proteínas en genes específicos a medida que tratan de traer de vuelta al anfitrión a la vida.
Esto significaba que había suficiente energía y función celular para algunos genes para ser encendidos y permanecer activos por mucho tiempo después de que el individuo haya muerto.
Durante el estudio, los científicos han supervisado experimentos en peces cebra y ratones, pero los expertos están convencidos de que este fenómeno está presente en los seres humanos también.
Peter Noble, de la Universidad de Washington y de la Universidad Estatal de Alabama, dijo a Seeker: «No todas las células están ‘muertas’ cuando un organismo muere. Diferentes tipos de células tienen diferentes períodos de vida, tiempos de generación y resiliencia al estrés extremo. Es probable que algunas células permanezcan vivas y estén tratando de repararse, específicamente las células madre».
Estos genes hicieron ciclos a través de picos y caídas en la actividad de una manera «sin enredos», a diferencia del comportamiento caótico del resto del ADN en descomposición, dice Noble.
Los expertos descubrieron que la transcripción de genes -el primer paso de la expresión génica, en el que un segmento particular de ADN se copia en RNA- puede ocurrir hasta tres días después de la muerte.
El nuevo estudio, que fue publicado en la revista Open Biology descubrió que la transcripción de genes relacionados con el desarrollo embrionario aumenta.
Según NewScientist, cientos de genes con diferentes funciones «se despertaron» inmediatamente después de la muerte. Estos incluyeron genes de desarrollo fetal que normalmente se desactivan después del nacimiento, así como genes que han sido previamente asociados con cáncer. Su actividad alcanzó su punto máximo unas 24 horas después de la muerte.
El Sr. Noble continuó: «Sería útil para preseleccionar el trasplante de órganos para las transcripciones del gen creciente del cáncer».
Los científicos confían en que el nuevo estudio les permitirá comprender mejor el proceso de la muerte.
«Al igual que las torres gemelas en el 11 de septiembre, podemos obtener mucha información sobre cómo un sistema colapsa por estudiar la secuencia de eventos que se desarrollan a través del tiempo. En el caso de las torres gemelas, vimos un colapso sistemático de un piso a la vez que afectó los pisos debajo de ellas», agregó el profesor Noble.
«Esto nos da una idea de los cimientos estructurales que soportan el edificio y vemos un patrón similar en la muerte de los animales», concluyó el profesor Noble.
Los científicos han hecho un descubrimiento «innovador» después de confirmar que hay «vida» después de la muerte en un nuevo estudio. Los expertos han encontrado que «cientos de genes con diferentes funciones despertaron después de la muerte, incluidos los genes de desarrollo fetal».
Los científicos han descubierto que después de que una persona muere, hay ciertos genes que de hecho regresan a la vida y luchan para traer a la persona de regreso de la muerte.
Los científicos han descubierto que Gene expression (expresión genética) es el proceso mediante el cual la información de un gen se utiliza en la síntesis de un producto funcional de genes, estos productos son a menudo aumento de proteínas en genes específicos a medida que tratan de traer de vuelta al anfitrión a la vida.
Esto significaba que había suficiente energía y función celular para algunos genes para ser encendidos y permanecer activos por mucho tiempo después de que el individuo haya muerto.
Durante el estudio, los científicos han supervisado experimentos en peces cebra y ratones, pero los expertos están convencidos de que este fenómeno está presente en los seres humanos también.
Peter Noble, de la Universidad de Washington y de la Universidad Estatal de Alabama, dijo a Seeker: «No todas las células están ‘muertas’ cuando un organismo muere. Diferentes tipos de células tienen diferentes períodos de vida, tiempos de generación y resiliencia al estrés extremo. Es probable que algunas células permanezcan vivas y estén tratando de repararse, específicamente las células madre».
Estos genes hicieron ciclos a través de picos y caídas en la actividad de una manera «sin enredos», a diferencia del comportamiento caótico del resto del ADN en descomposición, dice Noble.
Los expertos descubrieron que la transcripción de genes -el primer paso de la expresión génica, en el que un segmento particular de ADN se copia en RNA- puede ocurrir hasta tres días después de la muerte.
El nuevo estudio, que fue publicado en la revista Open Biology descubrió que la transcripción de genes relacionados con el desarrollo embrionario aumenta.
Según NewScientist, cientos de genes con diferentes funciones «se despertaron» inmediatamente después de la muerte. Estos incluyeron genes de desarrollo fetal que normalmente se desactivan después del nacimiento, así como genes que han sido previamente asociados con cáncer. Su actividad alcanzó su punto máximo unas 24 horas después de la muerte.
El Sr. Noble continuó: «Sería útil para preseleccionar el trasplante de órganos para las transcripciones del gen creciente del cáncer».
Los científicos confían en que el nuevo estudio les permitirá comprender mejor el proceso de la muerte.
«Al igual que las torres gemelas en el 11 de septiembre, podemos obtener mucha información sobre cómo un sistema colapsa por estudiar la secuencia de eventos que se desarrollan a través del tiempo. En el caso de las torres gemelas, vimos un colapso sistemático de un piso a la vez que afectó los pisos debajo de ellas», agregó el profesor Noble.
«Esto nos da una idea de los cimientos estructurales que soportan el edificio y vemos un patrón similar en la muerte de los animales», concluyó el profesor Noble.
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