Percepción vigilante. Cómo vivir tus días conscientemente

ojodeltiempo.com
por Damian NT
Percepción, observación, atención, vigilancia, posición del observador… Estas palabras denotan las mismas cosas. Ser vigilante significa vivir conscientemente al largo del día, de la semana, del año, o para toda la vida. Es un constante percibir nuestra situación, nuestras sensaciones, pensamientos y acciones. Por ejemplo, mientras camino por la calle puedo percibir el aire a mi vuelta, pasaros cantando, otras personas, mis pensamientos, mi respiración, mi cuerpo, mis pasos.
Mientras como, sé lo que estoy mascando y tragando. Cuando corro, puedo sentir mi respiración y la vereda por dónde corro y dónde mis pies tocan. Uno puede decir: “Yo también sé que me estoy yendo a una tienda o para el trabajo y sé lo que hago”. Sin embargo, no es tan simple así. Cuantas veces ya le pasó de haber cerrado la puerta y regresado para asegurarse que de hecho la había cerrado? En aquél momento, usted estaba pensando en algo completamente distinto y no estaba percibiendo todo lo que hacía. Cuantas veces ha buscado por algo el cual no se acordaba dónde lo había dejado? Eso no ocurre si uno es una persona vigilante, porque una persona vigilante sabe que está volviendo la llave mientras cierra la puerta. Entonces no necesita buscar por las llaves, porque está consciente dónde las ha guardado. Vigilancia es atención permanente. Cuando estamos vigilantes, no nos mezclamos con las cosas. Estamos en una posición de observador.

LA MENTE

Nuestra mente trabaja por sí propia, sin que la controlemos. No lo cree usted? Qué hace usted cuando sale a alguna parte, o cuando siente en su auto? Usted habla consigo mismo. Todo el tiempo, durante todo el día, toda la vida, antes de dormir; y por la mañana inmediatamente después de despertar, usted ingresa nuevamente en el mismo tiovivo. El resultado es que usted termina por no aceptar una opinión diferente de la suya y cambia el engranaje para una forma estereotipada. La mente de una tal persona inmediatamente condena ideas diferentes, música, estilo de vida, comida, o un programa de TV. “A mí no me gusta esta música”, dice uno sin ni siquiera oírla. La mente interfiere inmediatamente y la persona rechaza en definitivo cualquier cosa que no corresponda a su convicción.
Seguimos pensando sobre el pasado; justificamos nuestras actitudes y buscamos por alguien quién nos soporte en nuestras justificativas. Eso, sin embargo no colocará nuestros actos bajo una luz mejor. Solamente nos sentimos bien cuando alguien concorda con nosotros y nos defiende. Ya he escuchado muchas veces: “Yo le dije para no interferir. Y entonces, imagínese, empezó a gritar conmigo”. Además, queremos que nuestro oyente nos diga que lo hemos hecho bien. Frecuentemente escuchamos a nosotros mismos y nuestra mente es nuestra confidente y justificadora.

PENSAMENTO Y PERCEPCIÓN

“Personas comunes perciben tan poco que terminan por olvidarse que existe una diferencia entre el pensar y el percibir. Se olvidan al punto de creyeren que lo que piensan es lo que perciben. Proyectan sus pensamientos a una realidad exterior y luego, seguidamente, se alejan de la realidad, sustituyéndola por sus pensamientos”. Víctor Sánchez.
Pensar no es percibir. El pensamiento humano es enfocado en el mundo exterior de dónde extrae situaciones encontradas individualmente y luego las revisita continuamente, anexándose nuevamente a ellas. Además, la mente cambia la realidad experimentada y paraliza la percepción del mundo como es, sustituyendo por sus propios pensamientos.
También conversamos con nosotros sobre nuestra vida, sea sobre lo que hicimos, justificando nuestras actitudes, sintiendo ofendidos, o criando nuestras preocupaciones. Pensar es parte de nuestro ego. Mantenemos nuestras ideas al respecto de nosotros mismos y sobre este mundo siempre modelado por nuestro pensamiento.
En la percepción vigilante o en la meditación, uno vuélvese para su propio interior, su consciencia. Esta persona puede ver la realidad exterior sin limitarse a ella o identificarse con ella. La meditación ocurre en cualquier parte y en cualquier momento. Luego por que habría de estar restricta a determinado momento del día, posición del cuerpo y con los ojos cerrados?
Los males de vivir en la Era de la Ansiedad. ¿De qué tipo tienes?

EL MOMENTO PRESENTE

Pasado, Presente y Futuro – esto es el tiempo. Vivimos en un mundo que no es estable. El cronometro nunca para. Algunas personas adivinan el futuro, otras recuerdan sobre su pasado y evalúan sus acciones pensando todo el tiempo: “Será que debo hacer eso?”, “Yo no debería haber ido allá”, “Ayer yo estaba en el jardín”. Todos los pensamientos están concentrados en el pasado o en el futuro, no permitiendo que nuestra mente esté enfocada en el presente. Sin embargo, el presente es el único momento que podemos influenciar. Existe un grande secreto en este pequeñito y tan corto momento, sin embargo. Por que debemos trabajar con nuestros actos del pasado y por que debemos justificarlos? Ellos no pueden ser cambiados; solamente podemos aprender con ellos. Y el futuro? Tampoco a nosotros pertenece. Podremos no estar más aquí en el próximo segundo. Las preocupaciones diarias que las personas crían son inútiles, porque mañana podrá ser completamente diferente. Entonces ustedes dicen a si mismos que han se preocupado tanto, pero la situación resultó diferente y que sus preocupaciones de ayer fueron, de hecho, inútiles. Y el Presente? Es imperceptible para la mente. Cuando la mente empieza a tratar con él, ya es Pasado. Puedes seguirme en esto? Ah, ahora entiendo… Ahora, en este instante, ESTO! Ahora y qué? ESTO – pero ya se fue… El Presente siempre es nuevo.

PARA QUE SIRVE AFINAL?

Luego, usted reconocerá a usted mismo, sus pensamientos, actitudes; descubrirá sus rutinas y ganará conocimiento a partir de los hábitos de otras personas. Usted se libertará de sus prejuicios y falsos caminos, porque usted podrá ver. Tendrá habilidad para ver el lado interior de las personas; percibirá sus debilidades e intenciones. No desperdiciará sus energías y no estará preocupado o enojado. Estará en paz y tranquilo. Nada podrá tomar su equilibrio. Al transferir la vigilancia para su sueño, usted podrá ingresar en el borde de los sueños vigilantes. Usted no tendrá más la impresión de haber “desperdiciado tiempo” en varias situaciones. Percibirá el placer en las pequeñitas cosas que le encantarán. Hasta mismo una hoja que cae de un árbol le hará feliz. Sentirá la libertad y muchas otras cosas también. Inténtalo y verá!
La Vigilancia me ha ofrecido más do que cualquier otras posibles teorías, libros, opiniones y discusiones. Es la experiencia del “ser” que pertenece solamente a uno (es muy difícil escribirlo).

COMO EMPEZAR?

Platicarla es realmente simple. Sienta y observe todo a su vuelta, el máximo que pueda, intente enfocar en lo que esté viviendo, percibiendo, pensando, hablando, etc.
Es posible empezar ahora mismo: sus ojos siguen cada línea de este texto. Sienta donde está sentado y cual la posición de su cuerpo, sus manos, su respiración, y todo lo que esté en su contorno. Tranquilice sus pensamientos y esté el más atento posible. Lea el texto y intente percibirlo. Mientras escribo estas líneas, yo percibo como mis dedos deslizan por el teclado; como veo el monitor, y siento la posición de mi cuerpo y el sonido del universo ambiente.
Lo más fácil (relativamente) es caminar por la calle e intentar ser vigilante solamente por un instante, con solamente algunos pasos de distancia. Usted verá que no es tan simple así. Entonces, tornese usted consciente de pequeñas actitudes como vestir los zapatos, entrar en el auto, etc. Al aproximarse de uno y iniciar una charla, intente también ser vigilante. Profiera las palabras claramente y sin apuro _ hágalo con consciencia. Usted sentirá un cambio en el horizonte, al comparar con su conversa normal, cuando usted dice tantas palabras inútiles. Entonces usted también puede intentar con cualquier otra cosa: comer vigilantemente, caminar, leer, asistir TV, comprar. Usted no necesita decir: “Ahora estoy sentado, ahora estoy caminando, ahora estoy respirando”- eso también resulta sin pensar, solamente haciéndolo.
En el principio, es muy difícil permanecer como un observador por un largo periodo de tiempo. Con el tiempo, será más fácil, aunque en situaciones más difíciles. Con el tiempo, mantener la atención será entonces automático. Y luego, mantener la vigilancia se tornará su parte obvia y natural. Usted estará sorpreso del porque las personas no observan eso.
Y ahora, al fin de este parágrafo? Sigue usted vigilante? Siente usted su respiración y la posición de su cuerpo?

VIGILANCIA Y RESPIRACIÓN

Observar su respiración es una de las herramientas más poderosas que pueden ser utilizadas para tranquilizar su mente. No es necesario alterar su ritmo; usted no necesita hacer nada. Sin embargo, al observar su respiración, usted la profundiza un poco. Mientras percibo mi respiración – inspiración y expiración – después de un tiempo siento que esta respiración se ha tornado mi purificador. Mis pensamientos se tornan menos pesados y la atención más precisa a cada inspiración, como se una brisa estuviese soplando en mi interior.

VIGILANCIA AL CAMINAR

Siempre estamos caminando. Caminamos todos los días. Caminamos hacia el banco, hacia el restaurante, hacia una tienda, hacia el cinema. Caminar ha se tornado una actividad automática. Para llegar a algún lugar caminamos, nuestros pasos siempre tienen un destino. Muchas veces ni siquiera sabemos en cuales lugares estuvimos y lo que hemos visto en el trayecto. Nuestra mente está ocupada con el pensar. Sin embargo, es el caminar que nos puede llevar hacia las más lindas meditaciones. Es simple. Es lo suficiente apenas caminar y mirar al contorno, dejarse influenciar por el ambiente, tranquilizar su mente, profundizar su respiración y simplemente ser. De repente, usted percibe que le gusta caminar. Usted no necesita tener un destino cierto; caminar simplemente por el acto de caminar – lo más bello de todos. Si usted está atento durante su trayecto, podrá sentir energía y conforto. Sus pasos serán distintos. Las personas a su vuelta también lo sentirán. Por dónde vas, su caminata será como caminar en el bosque – una caminata de paz. Las personas en su contorno dirán: “Hoy aquella persona tiene un buen día”. Sin embargo, usted no tendrá apenas un día mejor; sino que todos sus días serán agradables.
Cierto día, experimenté caminar sin destino. Era Otoño y hojas coloridas caían de los árboles; el viento brincaba conmigo. Yo observaba mi respiración, los colores, y las hojas pairaban en el aire. Después de un tiempo, encontré un señor . Él paro y preguntó: “Donde va usted con este clima?” “A caminar en el bosque”, contesté. “Pero, por que se va usted al bosque? En esta época del año, no hay más champiñones para coger”. Es una lástima creer que el acto de caminar tiene que ser hecho siempre con un propósito definido.

ALGUNOS CONSEJOS

No intente luchar con sus pensamientos. La lucha con ellos los dejará más fuertes. Si los quiera debilitar, enfoca en su esencia interna y perciba el mundo a su contorno sin juzgarlo. Es importante empezar su día tranquilizando sus pensamientos. Intente ser vigilante en todas las situaciones. Sin embargo, en el principio, es más fácil estar vigilante cuando esté solo, por ejemplo, durante su caminata y otras actividades simples. En el principio, es difícil platicar la vigilancia cuando usted habla con otras personas y cuando usted esté en situaciones intensas. Más tarde, tornase una experiencia muy bonita. Es más fácil empezar por la mañana do que intentar sostener su atención al medio día. Si esté cansado, o en una situación molesta y tenga problemas para permanecer vigilante, cambie esta situación o haga algo diferente. Si todavía no tenga disposición para la vigilancia, lea un libro o un articulo que podrá motivarle. Es muy bueno cambiar sus experiencias con otra persona quien también platica la vigilancia.
Fuente: http://www.conocimiento-espiritual.es

Comentarios

Entradas populares