Los grandes enigmas que encierra el número tres -
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Sin embargo, es realmente sorprendente que no son solo los católicos quienes establecen esta correlación en su doctrina, puesto que además de la iglesia romana desde la antigüedad son muchos los credos y religiones que han adorado deidades trinas, es decir, que en el número tres se encuentra oculta la clave que da sustento al poder en todos los niveles, desde el universal hasta el terrenal, como veremos más adelante.
Entre los casos más notables de poderosos imperios y avanzadas civilizaciones, que adoraban dioses representados en forma de trinidad, tenemos los siguientes:
Como vemos cada una de estas culturas crearon su propia versión de sus principales dioses, pero todas tienen en común que adoraban a deidades representadas por tres seres todopoderosos. En este orden de ideas cabe destacar que los pueblos que tenían esta forma de culto relacionada con el número tres, han conformado las civilizaciones más grandes y poderosas de la historia de la humanidad.
En la actualidad son los Illuminati y otras sectas masónicas quienes manejan los hilos del poder mundial, durante su ascenso al poder en los últimos 200 años siempre han tomado muy en serio el estudio del número tres como fuente de su poder, por eso su símbolo principal es el ternario que es un triángulo con un ojo en el centro, así como el grado más alto dentro de la logia es el nivel 33 y el supremo consejo masón está integrado por 33 miembros.
El cuerpo representa la parte material, carnal y pecaminosa. La mente es la faceta intelectual del ser, en la cual se forma el conocimiento, el carácter y los afectos. Mientras que el espíritu es esa parte intangible que nos impulsa a relacionarnos con el universo y a cumplir el propósito por el cual hemos venido a esta tierra.
Además la madre vida se expresa en la existencia de una mujer en tres roles y etapas bien diferenciadas que son las fases como virgen doncella, madre y anciana sabia. Las cuales se deben consumar a cabalidad, para satisfacer plenamente el cumplimiento de esta triple misión que el universo ha encomendado a la mujer.
Desconocer o irrespetar la regla universal del número tres para con la vida humana, afecta la conexión del ser con la fuente de energía que alimenta el espíritu, por lo que la persona en esta condición llevará una existencia sin sentido y sin oportunidad de crecimiento, su vida o mejor dicho su existencia, sería como una hoja caída de un árbol llevada por el viento y esto afectaría de igual forma a su entorno, a su descendencia y a él mismo en su próxima vida.
De esta manera ha quedado demostrado a lo largo de la historia, puesto que todos los gobiernos que ejercieron poder sobre sociedades avanzadas, siempre estuvieron organizados en función de tres fuerzas fundamentales que se balanceaban en el ejercicio del poder, que son: Estado, iglesia y fuerzas armadas.
Naturalmente con el transcurso de los años y la evolución de las distintas sociedades esto ha cambiado, pero el principio de la relación del número tres con la organización del poder terrenal se ha mantenido intacto. Ya las fuerzas predominantes no son siempre las mencionadas anteriormente, pero según la doctrina de Montesquieu por la cual se rige la inmensa mayoría de las repúblicas de la tierra, el poder se debe repartir entre tres fuerzas elementales que son el gobierno, el parlamento y la autoridad judicial.
Definitivamente el número tres encierra un gran nivel de misticismo que estamos seguros que a tus amigos también les gustaría conocer, por lo que te invitamos a compartir esta interesante información en todas tus redes sociales.
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El
número 3 es una cifra enigmática por excelencia dado que encierra
profundos significados relacionados con los más grandes misterios del
universo, en campos como la ciencia, la religión, la filosofía, entre
otros. Desde tiempos remotos los pensadores más influyentes de Babilonia que eran extraordinarios astrólogos, consideraban que el tres es un número especial, por lo que lo utilizaron como base de su ciencia metafísica y prácticas de adivinación basadas en el estudio de la numerología. El número tres en la religión
Según la tradición católica romana, la trinidad divina está integrada por tres personas omnipotentes, que son el Padre creador, el Hijo redentor y el Espíritu Santo inspirador. Lo que nos lleva a darnos cuenta de la relación directa que existe entre el poder universal absoluto originador de la vida y el número tres.Sin embargo, es realmente sorprendente que no son solo los católicos quienes establecen esta correlación en su doctrina, puesto que además de la iglesia romana desde la antigüedad son muchos los credos y religiones que han adorado deidades trinas, es decir, que en el número tres se encuentra oculta la clave que da sustento al poder en todos los niveles, desde el universal hasta el terrenal, como veremos más adelante.
Entre los casos más notables de poderosos imperios y avanzadas civilizaciones, que adoraban dioses representados en forma de trinidad, tenemos los siguientes:
- Trinidad Babilónica: Bel, Anu y Ea.
- Trinidad Egipcia: Osiris , Horus y Set.
- Trinidad Persa: Mitra, Ahrimán y Ormuz.
- Trinidad Griega: Atenea, Zeus y Apolo.
- Trinidad Romana: Júpiter, Apolo y Minerva.
Como vemos cada una de estas culturas crearon su propia versión de sus principales dioses, pero todas tienen en común que adoraban a deidades representadas por tres seres todopoderosos. En este orden de ideas cabe destacar que los pueblos que tenían esta forma de culto relacionada con el número tres, han conformado las civilizaciones más grandes y poderosas de la historia de la humanidad.
En la actualidad son los Illuminati y otras sectas masónicas quienes manejan los hilos del poder mundial, durante su ascenso al poder en los últimos 200 años siempre han tomado muy en serio el estudio del número tres como fuente de su poder, por eso su símbolo principal es el ternario que es un triángulo con un ojo en el centro, así como el grado más alto dentro de la logia es el nivel 33 y el supremo consejo masón está integrado por 33 miembros.
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El número tres como clave para entender la naturaleza humana y el propósito de la vida
Los elementos que constituyen el alma humana como un ser vivo integral, están bien definidos y son precisamente tres: cuerpo, mente y espíritu.El cuerpo representa la parte material, carnal y pecaminosa. La mente es la faceta intelectual del ser, en la cual se forma el conocimiento, el carácter y los afectos. Mientras que el espíritu es esa parte intangible que nos impulsa a relacionarnos con el universo y a cumplir el propósito por el cual hemos venido a esta tierra.
Además la madre vida se expresa en la existencia de una mujer en tres roles y etapas bien diferenciadas que son las fases como virgen doncella, madre y anciana sabia. Las cuales se deben consumar a cabalidad, para satisfacer plenamente el cumplimiento de esta triple misión que el universo ha encomendado a la mujer.
Desconocer o irrespetar la regla universal del número tres para con la vida humana, afecta la conexión del ser con la fuente de energía que alimenta el espíritu, por lo que la persona en esta condición llevará una existencia sin sentido y sin oportunidad de crecimiento, su vida o mejor dicho su existencia, sería como una hoja caída de un árbol llevada por el viento y esto afectaría de igual forma a su entorno, a su descendencia y a él mismo en su próxima vida.
El tres dentro del ordenamiento del poder terrenal
Como hemos visto el tres representa la armonía y perfección del poder, toda autoridad que pretenda constituirse sin tomar en cuenta esta relación está condenada al fracaso, caos e ingobernabilidad, simplemente sería un gobierno fallido.De esta manera ha quedado demostrado a lo largo de la historia, puesto que todos los gobiernos que ejercieron poder sobre sociedades avanzadas, siempre estuvieron organizados en función de tres fuerzas fundamentales que se balanceaban en el ejercicio del poder, que son: Estado, iglesia y fuerzas armadas.
Naturalmente con el transcurso de los años y la evolución de las distintas sociedades esto ha cambiado, pero el principio de la relación del número tres con la organización del poder terrenal se ha mantenido intacto. Ya las fuerzas predominantes no son siempre las mencionadas anteriormente, pero según la doctrina de Montesquieu por la cual se rige la inmensa mayoría de las repúblicas de la tierra, el poder se debe repartir entre tres fuerzas elementales que son el gobierno, el parlamento y la autoridad judicial.
Definitivamente el número tres encierra un gran nivel de misticismo que estamos seguros que a tus amigos también les gustaría conocer, por lo que te invitamos a compartir esta interesante información en todas tus redes sociales.
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