Sobre los límites de la física cuántica y el gato de Schrödinger
"Será posible expandir los límites
del mundo cuántico paso a paso, hasta eventualmente entender en dónde
reside su límite.”, Demid Syched
Una de las cuestiones fundamentales de
la física es el poder demostrar que existe un vínculo entre el mundo
cuántico y el clásico; aquél en el que las leyes de los átomos operan en
una escala extremadamente pequeña y en el que las leyes de la física
gobiernan los sistemas más grandes –como las estrellas, planetas y seres
humanos–. En palabras del físico Alexander Lvovsky,
de la Universidad de Calgary y el Centro Cuántico Ruso, es lograr que
los fenómenos cuánticos puedan observarse, con las condiciones ideales,
en objetos macroscópicos.
Desgraciadamente no existe aún una
teoría que pueda definir los límites de ambos reinos, el cuántico y el
clásico. Para Lvovksy, quizá no exista ningún límite entre ambos reinos,
y para demostrarlo se requiera expandir el experimento del gato de
Schrödinger.
En el experimento original de
Schrödinger de 1935, en el que encerraban en una caja a un gato y una
bomba, existen dos realidades: el gato está vivo y no explotó la bomba, o
el gato está muerto y explotó la bomba. En el reino de lo cuántico,
estar en dos diferentes estados al mismo tiempo se le conoce como
“estado de superposición” –la base de la computación cuántica que
pretende revolucionar el procesamiento de información en el futuro–; y
al polarizar simultáneamente los protones –tanto vertical como
horizontalmente– en este estado permitiría encontrar tanto el vínculo
como límites entre ambos reinos. Sin embargo, en esa época, no se
descubrió la respuesta.
Ahora, en el 2016, Lvovsky utilizó la
técnica de Schrödinger mediante las partículas de luz –y no gatos
reales– en dos “cajas” cuánticas y logró registrar el fenómeno en átomos
por primera vez en la historia de la Física. La grabación hizo que los
científicos consideraran que al generar “gatos” más largos, sus
amplitudes se expandirían, el estado de superposición de dos ondas
lumínicas se dirigiría a dos direcciones opuestas al mismo tiempo y
provocaría un entrelazamiento de dos partículas a partir de un destello.
En palabras de Lvovksy, “en uno de estos canales, hemos puesto un
detector especial. En el evento, este detecto muestra un resultado
específico: un ‘gato’ nace en el segundo desenlace cuya energía es el
doble del inicio.”
Si se llegase a producir un destello con
mayor cantidad de energía, menciona uno de los colegas de Lvovsky,
Demid Sychev, “Entonces será posible expandir los límites del mundo
cuántico paso a paso, hasta eventualmente entender en dónde reside su
límite.” Y en caso de que estos científicos rusos lograran demostrar el
salto cuántico al reino clásico, entonces sabríamos que existe la
posibilidad de entrelazarnos con otros seres a puntos opuestos del
universo.
fuente http://pijamasurf.com
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