Sincronicidad -Cuando la Coincidencia se Supera
La sincronicidad, es un evento que
sucede fuera del tiempo y del espacio: sucede en otra dimensión. Lo
trata de explicar la teoría de los campos morfogénicos, la Resonancia
Mórfica y la Interconectividad, referida a fenómenos de la física
cuántica, en los cuales se ha comprobado que no existe “separatividad”
entre las cosas. La sincronicidad ocurre porque simplemente formamos
parte de un campo unificado aunque todavía no hallamos formulado
matemáticamente su existencia; es lo que la comunidad científica intenta
desenpolvar desde hace varis décadas. Por otra parte uno de los
elementos más dinámicos de este campo unificado es la sincronicidad que
conecta a las unidades implicadas más allá de la tridimensionalidad en
la que vivimos y nos orientamos de modo consciente.
Acuñan el término de “sincronicidad” Carl G. Jung y el premio Nobel de física Wolfgang Pauli.
A Pauli le atraía el asunto porque se
sentía perseguido por singulares coincidencias, sucesos que sus colegas,
malignamente, denominaban “efecto Pauli”. Pauli, físico más bien
teórico que experimental, pasaba poco tiempo en laboratorios, pero
cuando lo hacía, acontecían inexplicables roturas de aparatos o
imprevistas averías de instrumentos. Estos sucesos ocurrían con mayor
frecuencia de lo que la mera casualidad podía explicar. Ni siquiera
tenía que suceder el incidente junto a él, bastaba con que estuviera
presente a diez o veinte metros. Jung y Pauli concluyeron que existían
dos clases de principios de conexión en la naturaleza. El primero era la
causalidad ordinaria, lo que la ciencia normalmente estudia. Esta
causalidad se estructura de forma lineal: si A causa B, entonces para
que se dé B, debe ocurrir primero A. El otro principio de conexión era
el acausal. Este principio fue denominado por Jung y Pauli
“sincronicidad” porque asumieron que, contrariamente al principio de
causalidad, los acontecimientos acausales se estructuraban en el espacio
y no necesitaban para relacionarse el concurso del tiempo. O lo que es
lo mismo: la sincronicidad admite que dos hechos se relacionen
simultáneamente. Su lógica, si de lógica puede hablarse, es la lógica de
la psique profunda, la lógica que sólo se halla en los sueños y en los
mitos.
Cierto día, en Zurich, analizando Jung
con una paciente un sueño de ésta última, y que se relacionaba con el
regalo de un escarabajo de oro, algo golpeó en la ventana de su
gabinete. Jung fue a ver qué era y al abrir la ventana penetró en el
cuarto un escarabajo, un scarabeide cetonia aurata, lo más próximo a un
escarabajo de oro que puede encontrarse en nuestras latitudes, especie
emparentada con el mítico escarabajo de oro egipcio motivo de los sueños
de su paciente y objeto de las actuales reflexiones del psicólogo..
La sincronicidad, denominado por la
mayoría de las personas como “casualidades” es el principio que rige esa
serie de circustancias y acontecimientos que nos pasan en el momento
justo, en el lugar idóneo, en la situación perfecta.
Cuando sin saber porque las cosas nos
llegan cuando las necesitamos, nos encontramos con alguien que nos
resuelve un problema cuando acabamos de pensar en el, o aparece la
puerta abierta perfecta para el siguiente paso tras haber completado el
anterior, eso es la sincronicidad. La sucesion de acontecimientos
sincronizados en pos de un objetivo marcado, consciente o inconsciente,
que tachamos de casualidades porque nos sorprende que todo este
ocurriendo de forma tan perfecta y lineal.
Ejemplos de sincronicidad
La sucesion de acontecimientos que
llegan a nosotros en el momento en que necesitamos que lleguen es
infinita. Si estamos dándole vueltas a un tema que nos preocupa y de
repente un amigo nos deja un libro de forma totalmente espontánea que
nos proporciona la información buscada, si queremos conseguir un
determinado objeto y oyes una conversación entre dos personas hablando
de la tienda en la que acaban de traerlo, si resulta que estamos
pensando secretamente en cambiar de trabajo y un compañero comenta que
ha oido que en la empresa tal buscan alguien, etc. Todo aquello que
marcamos como casualidad forma parte del mundo de la sincronicidad.
¿Como funciona?
La sincronicidad tiene una analogía con
lo que explicamos no hace mucho del funcionamiento de la ley de la
atracción. Como decía Paulo Coelho en El Alquimista: “cuando deseas
algo, todo el universo conspira para que lo consigas“. El modelo
siguiente, descrito por Aaron Murakami, nos puede ayudar a comprenderlo
mejor:
Este modelo se basa en tres factores:
nuestro pensamiento consciente, nuestra mente subconsciente y la mente
inconsciente colectiva. El pensamiento consciente es el conjunto de
nuestra actividad mental diaria, la mente subconsciente es nuestra mente
automática de la que no somos conscientes, la que absorbe todos los
datos que le llegan sin discriminar y ejecuta sus propios procesos
lógicos de razonamiento. Es también el mediador entre la mente
consciente y el inconsciente colectivo. Finalmente, el inconsciente
colectivo es la mente infinita que contiene toda la información en el
pasado, presente y futuro de todas partes, de todas las personas.
Si nos fijamos en el diagrama, vemos que
hay cuatro personas (A, B, C, y D). “C” no esta indicado como tal, pero
es la persona en la parte superior del diagrama. Los semicírculos son
las mentes subconscientes y el círculo externo es la mente colectiva,
conocida por muchos nombres en las diferentes filosofías, literaturas y
religiones. Finalmente la línea de puntos exterior indica que no existe
frontera para la mente colectiva, abarca todo y a todos sin excepción.
Bien, veamos. Si la persona A tiene un
deseo X, su pensamiento “normal” es obviamente consciente del deseo. Por
ejemplo, digamos que el deseo es un coche específico: un Honda Accord
con 100.000 kilómetros y por menos de 2000 euros. Además queremos que
sea de color azul.
La mente subconsciente de A toma este
deseo X y lo implanta en la inconsciencia colectiva. X no sólo
representa el deseo total sino además cada detalle en el cual se pueda
descomponer nuestra petición.
De forma paralela, la mente
subconsciente de cada ser humano está continuamente explorando
activamente la inconsciencia colectiva buscando cualquier cosa con la
cual resuene, es decir, cuya frecuencia vibratoria sea la misma que la
del deseo expresado.
Pongamos ahora que la persona C tiene
este Honda Accord. Tiene casi 110.000 kilómetros y lo quiere vender por
1950 euros, y además es azul marino.
El subconsciente de C detecta el deseo
del subconsciente de A, y se fija al mismo. En estos momentos, ambas
mentes están enganchadas.
Ahora, ¿como ejecutar las sincronicidades necesarias para que el coche pase de C a A?
Las mentes subconscientes de A y C
influenciaran el pensamiento consciente de sus respectivas
personalidades para hacer aquello que sea necesario para A y C que
graviten el uno hacia el otro. Sabiendo que C quiere vender el coche y
que ha puesto un anuncio en el sitio tal, A influenciara a su mente
consciente para que se acerque a mirar ese anuncio, como si fuera una
idea implantada en la cabeza de A que aparece de repente. Es probable
que A este mirando coches en decenas de lugares a ver si encuentra lo
que busca, pero su mente subconsciente le esta intentando guiar hacia un
lugar determinado donde sabe que esta lo que desea. Cuando A hace caso
de esa idea que le vino a la cabeza y se va a ese lugar, tachan, el
anuncio del coche de sus sueños esta allí colgado. Vaya casualidad, ¿no?
pensara A.
En realidad esto que parece tan fácil, y
que podemos dar por un modelo valido de funcionamiento, depende en gran
medida de dos cosas: cuanta “potencia” tenia nuestro deseo cuando fue
emitido y creado por nuestra mente subconsciente para que la mente
colectiva lo detectara y otras mentes pudieran “leerlo”, y cuanto caso
hacemos a las “ideas” que nos vienen a la cabeza de repente cuando
queremos conseguir algo.
Nassim Haramein explica en su teoría el
significado de las sincronicidades como la forma en que el Universo en
su vacío –agujero negro- se autorregula; reciba toda la información, la
coordina y responde. Cuanto más sepas acerca de la sincronicidad, más
“coincidencias” ocurrirán en tu vida y mas podrás beneficiarte de este
poder. Creas tu realidad pero tu realidad también te crea a ti.
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