Tambores de guerra para Siria: comienzan las mentiras mediáticas para justificar la intervención
Por Paul Joseph Watson
Al igual que en Libia, una guerra civil librada entre un régimen desesperado y una fuerza de militantes islámicos apoyados por Occidente está siendo malinterpretada como un genocidio contra manifestantes “pro-democracia”, buscando sentar las bases para otra artificial guerra “humanitaria”.
A pesar de que medios occidentales tienen bloqueado completamente su acceso a Siria y no pueden verificar por tanto los informes de cientos de asesinatos llevados a cabo por las fuerzas de seguridad leales al presidente sirio, Bashar al-Assad, videos confusos y con frecuencia malinterpretados de YouTube han sido presentados como prueba positiva de que Assad está supervisando una brutal represión contra manifestantes pro-democracia, pero un informante residente en Siria se ha contactado con nosotros para expresar su incredulidad ante tales afirmaciones, calificándolos como poco más que cuentos de hadas fabricados para legalizar las bases de una nueva intervención militar respaldada por la OTAN sobre la base de artificiales motivos “humanitarios”.
Aunque no existe duda de que hay sirios siendo atacados por las fuerzas de seguridad de Assad, su caracterización por los medios occidentales como “manifestantes pro-democracia” está empezando a tener notable semejanza a la forma en que los militantes libios, con la ayuda de terroristas de Al-Qaeda, fueron presentados como “inocentes manifestantes” por los medios del establishment global, incluso cuando manejaban tanques, pilotaban aviones de combate, y portaban granadas propulsadas por cohetes.
A pesar del vacío de información confiable saliendo del país, los medios corporativos, mientras en un respiro admiten que las cifras de dudosas organizaciones de derechos humanos no son verificables, sin embargo, culpan a Assad de las matanzas de cientos de personas inocentes.
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La evidencia indica que tales atrocidades son tremendamente exageradas, tal y como ocurrió antes de los ataques aéreos lanzados contra Libia. Por ejemplo, un clip utilizado por numerosos medios de comunicación occidentales para describir a los sirios siendo batidos a muerte por las fuerzas de seguridad de Assad resultó ser un vídeo con iraquíes de los años 90.
Además, Joshua Landis, director del Centro de Estudios del Medio Oriente y profesor asociado en la Universidad de Oklahoma, documenta cómo AFP, The Guardian y otros medios han malinterpretado completamente un video que supuestamente presenta a soldados sirios siendo batidos por las fuerzas de seguridad de Assad como castigo por negarse disparar a los manifestantes.
“El vídeo no “sustenta” la historia que The Guardian dice que sustenta”, escribe Landis. “El soldado se niega a la orden de disparar contra la gente. En lugar de eso, dice que fue en su camino a Banias para reforzar la seguridad. Él no dice que fue baleado por agentes del gobierno o militares. De hecho, él lo niega. El entrevistador trata de poner palabras en su boca, pero el soldado claramente niega la historia que el entrevistador está tratando de hacerle confesar. En el video, el soldado herido está rodeado de personas que están tratando de hacerle decir que recibió el disparo de un oficial militar. El soldado dice claramente: “Ellos [los superiores] nos dijeron: “Dispárales SI te disparan a ti’”.
Landis también destaca cómo un documento que pretende ser una orden de agentes de inteligencia sirios para disparar a oficiales del ejército y agentes de seguridad con el fin de “engañar al enemigo” es “claramente una falsificación.”
“¿Qué ejército, después de todo, iba a sobrevivir, incluso días si sus principales oficiales están publicando órdenes de disparar a sus propios funcionarios?”, se pregunta Landis.
Otra prueba de intervención externa viene de informes respecto a francotiradores que estarían disparando a manifestantes y fuerzas de seguridad sirias desde los tejados. Al-Alam News Network de Irán, afirma que los hombres, que trabajan a nombre de organismos de inteligencia sauditas y estadounidenses, están matando a los manifestantes con el fin de radicalizarlos y avivar los disturbios.
El video de abajo busca mostrar a un francotirador siendo trasladado por un motociclista a un edificio antes de ocupar su posición en el techo y comenzar a disparar contra los manifestantes. Fuerzas de seguridad sirias rodean el edificio y al parecer le sigue un tiroteo.
El sirio-estadounidense Eddie Sansoul, quien actualmente vive en Siria, nos escribe para expresar su consternación por cómo los acontecimientos en su país están siendo completamente deformados por los medios occidentales.
Sansoul afirma que la cobertura mediática de los acontecimientos ha estado dominada por “testigos falsos”, “videos falsos” y eventos orquestados, transmitidos cuidadosamente para dar la impresión de que la gran mayoría de los sirios se están rebelando contra el presidente Assad, cuando en realidad los descontentos representan una pequeña minoría de extremistas islámicos.
“Sirios en las principales ciudades como Damasco y Alepo están tratando de hacer campaña junto a Bashar Al Assad, para expandir la conciencia acerca de los planes de desestabilizar Siria en favor de los intereses de Israel y Estados Unidos en la región”, escribe Sansoul, descartando la influencia de supuestos manifestantes como inexistente al afirmar que los medios occidentales están mostrando imágenes de manifestantes en Egipto y Yemen y afirmando que las imágenes vienen de Siria.
“El corazón del problema sigue siendo una ciudad pequeña llamada Daraa que cuenta con una población de cerca de un millón de habitantes y entre ellos unos cuantos miles de yihadistas o extremistas que están generando todas las noticias que ves en los medios de comunicación”, afirma, caracterizando a los así llamados manifestantes como “una mafia organizada pagada por la inteligencia estadounidense para llevar a cabo ataques contra el pueblo sirio,” como pretexto para un cambio de régimen apoyado por Estados Unidos y la ONU
Al igual que las tomas de Irak de los 90’s anteriormente mencionadas, que están siendo transmitidas erróneamente como prueba de las fuerzas de seguridad sirias batiendo a civiles a muerte, Sansoul advierte que imágenes antiguas de víctimas de tortura en diferentes países están siendo presentadas como falsas evidencias de la brutalidad ordenada por Assad.
Sería una negligencia olvidar que los medios occidentales rutinariamente han sido atrapados deformando o incluso inventando crisis humanitarias en el pasado que han sido explotadas por potencias de la OTAN para lanzar las guerras, como por ejemplo, la Primera Guerra del Golfo y el ataque contra Serbia de 1999.
El Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido William Hague, un prominente belicista que con vehemencia ha lanzado propaganda para el bombardeo de la OTAN contra Libia, condenó hoy los asesinatos en Siria, de “civiles que están expresando sus puntos de vista en protestas pacíficas”, mientras el gobierno de Assad afirmó que los así llamados manifestantes son de hecho parte de un levantamiento de inspiración islamista, que como hemos visto desarrollarse en Libia, está siendo apoyado por Occidente.
Como reveló recientemente Michael Posner, el Subsecretario de Estado de EE.UU. para los Derechos Humanos y el Trabajo, 5.000 supuestos “activistas” de numerosos países del Medio Oriente, incluyendo Túnez, Egipto y Siria, han participado recientemente en sesiones de formación organizadas y pagadas por el gobierno estadounidense. “Regresaron y ahora tenemos un efecto dominó”, dijo Posner, respecto a la ola de disturbios que recorre la región.
Una vez más, la evidencia indica claramente que Estados Unidos, Gran Bretaña y otras potencias de la OTAN están utilizando a sus aliados de Al Qaeda para desestabilizar Siria con el fin de lanzar otra guerra con el pretexto fabricado de la ayuda humanitaria, sin importar que el bombardeo prolongado de Libia ya ha costado a los contribuyentes miles de millones de dólares.
A pesar que indudablemente la violencia se desarrolla en Siria por parte de ambos bandos, es resultado de un régimen tratando de aferrarse al poder luchando contra una oposición militante respaldada por fuerzas occidentales. Al igual que Libia, esta es una guerra civil, que tiene poco que ver con “manifestantes pro-democracia”, y mucho que ver con dejar a Siria vulnerable a ser absorbida por los globalistas como su próxima adquisición en el desarrollo de la ola de disturbios de la “Primavera Árabe” que han ayudado a difundir y encausar en primer lugar.
Original en: Prison Planet
Fuente: http://decepcionobama.blogspot.com/
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