¿Cuáles son los arquetipos universales en la experiencia de la ayahuasca?
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Benny Shanon, psicólogo e investigador de las propiedades espirituales
de la ayahuasca, considera que este psicoactivo potencia a la conciencia
humana mediante a una serie de visiones arquetípicas en función de la
sanción personal.
En
su libro Breve historia de todas las cosas, el pionero de la psicología
transpersonal Ken Wilber explica acerca del uso de la ayahuasca como
una “práctica transformativa para sacar lo mejor de uno”. Se trata de
una medicina interdimensional que ayuda a potenciar la conciencia ya
entrenada en torno a intereses místicos, espirituales y colectivos.
Siguiendo esta premisa, Benny Shanon, psicólogo e investigador de las propiedades espirituales de la ayahuasca, considera que este psicoactivo potencia a la conciencia humana mediante a una serie de visiones arquetípicas en función de la sanción personal. Por esta razón, Shanon realizó una lista con los arquetipos más comunes que aparecen durante el trance de la ayahuasca; entre ellos se encuentran las visiones de animales, seres extraterrestres, ciudades, palacios, divinidades, paisajes, seres humanos, bosques, entre otros. Te compartimos su lista:
– Flora y fauna amazónica.
Las visiones incluyen serpientes, felinos de la selva, monos y plantas de la región. En ocasiones incluso se puede interactuar con animales y plantas espíritus –pese a encontrarse lejos de un sitio cercano a la naturaleza–. Para los chamanes, este fenómeno sucede pues la ayahuasca pone en contacto directo a la persona con los espíritus de las plantas de la mezcla con el fin de impartir su sabiduría.
– Palacios, ciudades antiguas, civilizaciones y seres celestiales.
Son otras visiones comunes que surgen como efecto de consumir ayahuasca, en especial en una población principalmente indígena que nunca ha salido de la selva amazónica. Shanon explica que existen dos tipos de visiones con este tipo de arquetipo: aquel con una carga energética positiva y sanadora; y el otro con una carga energética negativa y tenebrosa. Tener una u otra visión depende principalmente de la decisión con la que se quiera conectar durante la ayahuasca.
– Madre ayahuasca.
Hay quienes llaman a este espíritu femenino y nutricio que envuelve a cada una de las ceremonias como “madre ayahuasca”. Se la describe como un espíritu antiguo que alberga la sabiduría de lo femenino, capaz de brindar un sentido de reconexión con aquella fuerza que alberga en cada humano. También aparece en forma de una serpiente gigante, tan grande como el tronco de un árbol, que aparece envolviendo los cuerpos para danzar y dialogar con ellos.
– Anima Mundi –o la red de la interconectividad–.
Es un espíritu universal mediante el cual estamos todos conectados, como si fueran unos hilos traslúcidos uniendo el espacio, los objetos y las personas. Es una red en la que se sostiene toda la existencia pese a no contar con una representación visual.
– Encontrar un objetivo transcendental.
Shanon considera que las visiones llevan usualmente un mensaje relacionado con la vida personal de uno, con aquello que causa angustia y con lo que se necesita una respuesta simbólica. La ayahuasca permite enfrentar los miedos en un universo de claridad y seguridad, y guía para desarrollar una solución que se adecue a las necesidades de uno.
Siguiendo esta premisa, Benny Shanon, psicólogo e investigador de las propiedades espirituales de la ayahuasca, considera que este psicoactivo potencia a la conciencia humana mediante a una serie de visiones arquetípicas en función de la sanción personal. Por esta razón, Shanon realizó una lista con los arquetipos más comunes que aparecen durante el trance de la ayahuasca; entre ellos se encuentran las visiones de animales, seres extraterrestres, ciudades, palacios, divinidades, paisajes, seres humanos, bosques, entre otros. Te compartimos su lista:
– Flora y fauna amazónica.
Las visiones incluyen serpientes, felinos de la selva, monos y plantas de la región. En ocasiones incluso se puede interactuar con animales y plantas espíritus –pese a encontrarse lejos de un sitio cercano a la naturaleza–. Para los chamanes, este fenómeno sucede pues la ayahuasca pone en contacto directo a la persona con los espíritus de las plantas de la mezcla con el fin de impartir su sabiduría.
– Palacios, ciudades antiguas, civilizaciones y seres celestiales.
Son otras visiones comunes que surgen como efecto de consumir ayahuasca, en especial en una población principalmente indígena que nunca ha salido de la selva amazónica. Shanon explica que existen dos tipos de visiones con este tipo de arquetipo: aquel con una carga energética positiva y sanadora; y el otro con una carga energética negativa y tenebrosa. Tener una u otra visión depende principalmente de la decisión con la que se quiera conectar durante la ayahuasca.
– Madre ayahuasca.
Hay quienes llaman a este espíritu femenino y nutricio que envuelve a cada una de las ceremonias como “madre ayahuasca”. Se la describe como un espíritu antiguo que alberga la sabiduría de lo femenino, capaz de brindar un sentido de reconexión con aquella fuerza que alberga en cada humano. También aparece en forma de una serpiente gigante, tan grande como el tronco de un árbol, que aparece envolviendo los cuerpos para danzar y dialogar con ellos.
– Anima Mundi –o la red de la interconectividad–.
Es un espíritu universal mediante el cual estamos todos conectados, como si fueran unos hilos traslúcidos uniendo el espacio, los objetos y las personas. Es una red en la que se sostiene toda la existencia pese a no contar con una representación visual.
– Encontrar un objetivo transcendental.
Shanon considera que las visiones llevan usualmente un mensaje relacionado con la vida personal de uno, con aquello que causa angustia y con lo que se necesita una respuesta simbólica. La ayahuasca permite enfrentar los miedos en un universo de claridad y seguridad, y guía para desarrollar una solución que se adecue a las necesidades de uno.
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