La idea de que el cosmos puede ser consciente de sí mismo ha intrigado a los científicos y filósofos durante siglos.
Conocido como "Panpsiquismo", este concepto convincente sugiere que el
universo es una entidad consciente y que las estrellas y otros cuerpos
poseen la capacidad de pensar y controlar sus caminos.
Puede
sonar extravagante, pero tiene un número creciente de partidarios en la
comunidad científica, y es, en última instancia, una cosa muy difícil
de refutar categóricamente.
El físico Gregory Matloff de la Facultad de Tecnología de la Ciudad de
Nueva York recientemente publicó un nuevo artículo sobre el tema. En él,
sugiere que un "campo proto-conciencia" podría extenderse a través del
universo entero y que, al igual que los seres humanos, el cosmos mismo
puede ser consciente de sí mismo.
Una de las evidencias que encontró Matloff es que algunas de las
estrellas parecen emitir chorros que apuntan en una sola dirección, un
proceso que es desequilibrado y que podría hacer que la estrella cambie
su movimiento. Él cree que esto puede ser un proceso deliberado.
Un chorro de material emitido por una estrella joven (NASA)
Matloff dice:
"Todo es muy especulativo, pero es algo que podemos verificar, y entonces validar o falsificar."
Gran parte del interés actual en el panpsiquismo se debe al trabajo del
físico británico Sir Roger Penrose, quien hace 30 años expuso la idea de
que el universo consciente está enraizado en las reglas estadísticas de
la física cuántica en relación con los espacios microscópicos entre las
neuronas del cerebro.
Es una idea que se hizo eco en el físico alemán Bernard Haisch quien
sugirio que los campos cuánticos que permean el espacio vacío son
responsables de transmitir la conciencia. Esto se manifiesta entonces,
no sólo en nuestros propios cerebros, sino en cualquier estructura
suficientemente compleja.
Sin embargo, si esto es algo que alguna vez seremos capaces de comprender verdaderamente, queda por verse.
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